CIUDAD DE MÉXICO.- El comercio que concentran los mercados públicos de la Ciudad de México, son una enorme aportación al desarrollo de nuestra economía. Los mercados populares representan el dinamismo de las distintas colonias que comprenden las alcaldías de nuestra capital. Estos concentran a las economías con pequeños negocios, generando fuentes de trabajo de acuerdo a las medidas de inversión. Negocios de distinta índole como carnicerías, tortillerías, tiendas de abarrotes, papelerías, entre otros, marcan el paso de desarrollo de nuestra economía. Sostienen las prioridades básicas que contemplan los distintos niveles socioeconómicos de nuestro país. Nuestra economía día con día enfrenta retos, tal como la paridad de nuestra moneda frente a las extranjeras, pero ¿de qué forma lo percibe un comercio habitual? En esta ocasión acudimos a una frutería del Mercado de Beethoven, ubicado en la representativa colonia Ex-Hipódromo de Peralvillo en la alcaldía de Cuauhtémoc. Este negocio liderado por Fernando Castillo Pérez de 35 años de edad, quién ha adquirido experiencia en la venta de frutas a lo largo de más de 15 años. Primeramente, comenzó analizando la estabilidad económica de los precios básicos, muchos bienes de los cuales conforman a la canasta básica. Nos explicó de qué forma el tipo de cambio afecta la oferta de frutas que ofrece a los clientes. La apreciación del peso frente al dólar, incluso el euro, muestra su desempeño en los precios al consumidor. Debido a que distintos productos tales como las manzanas, la nectarina, los duraznos, las uvas, la nectarina, las peras, son de exportación, al mostrar una depreciación del peso muestran un aumento en su mismo costo. Incluso, frutas como el kiwi australiano, el kiwi de Nueva Zelanda, las manzanas sudafricanas, al ser productos de origen europeo su precio considera la estabilidad de nuestra moneda frente al euro. Superando el margen de los 21.5057 pesos, de acuerdo con datos de investing. La cotización diaria de nuestra moneda, al estar en distintos panoramas al alza o a la baja, logra determinar el precio de cada producto por caja. Sin embargo, en este tipo de mercado, el efecto domino de la paridad del peso frente a otras divisas no muestra resultados inmediatos, sino que en un margen de acuerdo al plazo de estabilidad. Esto mismo restringe el poder adquisitivo de las familias cada semana; De acuerdo a sus estimaciones, el consumo promedio por familia oscila entre los $200 y $300, siendo anteriormente cuentas de incluso $500 pesos semanales. -- EXCÉLSIOR