El 16 de agosto de 2017 comenzaron las negociaciones para actualizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Más de un año después, las partes estadounidenses y mexicanas al fin llegaron a un acuerdo. Entre otros tópicos, este lunes se resolvió uno de los temas más ásperos de la mesa, y en el que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, puso gran interés desde que se postuló como mandatario: lo referente al intercambio comercial del sector automotriz. “Se acordó un fortalecimiento en las reglas de integración; habrá un mayor requerimiento de volumen norteamericano”, dijo Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, en una conferencia de prensa desde Washington.

Bajo dicha premisa, la cuotas de contenido de América del Norte, en las manufacturas automotrices, pasarán de 62.5 a 75%. Además, el 40% del total tendrá que provenir de zonas de altos salarios (donde se pague al menos 16 dólares la hora). “Un 60% se podrá hacer en cualquier lugar y un 40%, dependiendo de la situación salarial, provendrá de Canadá o Estados Unidos; pero no se descarta que en un futuro, con el fortalecimiento de los salarios mexicanos, se pueda participar en ese otro 40%”, añadió el funcionario.

Guajardo comentó que el 70% de las exportaciones mexicanas cumplirán con puntualidad en el arranque del tratado, para ellos no habrá aranceles y no existirá algún tipo de limitación. “Hay compañías a las que les tomará más tiempo adaptarse a los nuevos requerimientos. Para ellas, el acuerdo contempla una garantía: podrán exportar de manera ilimitada con un arancel del 2.5%, mientras hagan los ajustes para integrarse a las nuevas reglas de valor”, dijo.

La fecha de arranque del nuevo tratado será el 1 de enero de 2020, a partir de ello habrá cuatro ajustes que serán en el 2020, 2021, 2022 y 2023. -- FORBES