A toda protesta o manifestación ciudadana la persiguen los fantasmas del movimiento de 1968, y las actuaciones de los policías se ven influidas por esta misma cuestión, cuando en su mayoría las protestas en México terminan en violencia, porque siempre habrá un pequeño número de protestantes que siempre buscarán alterar la naturaleza pacífica de las manifestaciones, así lo consideró el experto en temas de seguridad, Francisco Salazar Soni. 

En entrevista para “VOX Informativa”, el especialista analizó que en este entorno las policías tienen una tarea bastante complicada y difícil, pues remarcó que el buscar el equilibrio de los derechos humanos de los que se manifiestan entre el ejercer el orden público y la protección del resto de las personas, forman un caldo de cultivo para que existan actos vandálicos porque ese contexto que abunda en México lo explota.  Ante ello, Salazar Soni reconoció que la situación política que se vive en el país, aunado a la ira social que se detona en los cuerpos policiacos, hace que las multitudes que no son homogéneas puedan ser contagiadas de una violencia de las minorías que buscan dañar el orden público. Por ello destacó que el gran problema de los cuerpos policiacos es que solamente se han copiado modelos de protocolos de otros países sin poder darles una capacitación a los elementos policiacos para que tengan la habilidad de poder reaccionar en momentos de crisis social como las vistas en anteriores días en las protestas ciudadanas de la Ciudad de México y Guadalajara.