El llamado por parte de los sectores empresariales en materia turística (de alojamiento, restaurantero y de servicios) a las autoridades estatales y municipales es urgente y de desesperación: el turismo de negocios aún no se recupera. Desde la desastrosa actuación de Arturo Esper como Secretario de Turismo del gobierno de Juan Manuel Carreras, la nula respuesta del mismo mandatario a los cuestionamientos sobre el manejo negro y sospechoso del recurso del Fidetur y los posteriores resultados, lo que ahora se buscan son soluciones y una luz en el camino. A fines de 2015 hasta el 2019 y principios del 2020 se tenían visitas y congresos nacionales e internacionales con motivo de la detonación de la industria automotriz. Mas porque se dieron de manera natural con la inercia del interés por San Luis y el impulso que desde la SEDECO se tenía, no porque Esper lo hubiera logrado.

Con la pandemia todo se derrumbó. Ahora lo que sigue entonces es reactivar por parte del gobierno las dependencias estatales como la Oficina de Congresos y Convenciones de la SECTUR.

No como un escritorio simplon y sin gracia con alguien que la comande a quien se le deba de pagar una cuota de campaña. 

Sino un o una profesional en materia turística que busque y logre que sea San Luis y sus recintos hoteleros, de servicios y exposiciones meca del interés nacional e internacional. Las cifras de ocupación hotelera por negocios deben asustarles e inspirarles: 32%. Hasta mañana…