El comercio establecido, plazas comerciales, negocios chicos y grandes, restaurantes, fondas. Afiliados o no a cámaras como CANACO, CANIRAC o NUESTRO CENTRO, a gritos y llantos acataron las últimas instrucciones de la autoridad sanitaria debido al inminente riesgo que desato el masivo contagio de Covid que se presentó en San Luis, y que está a horas de llevarnos al Semáforo Rojo. Cierres de negocios y quiebre total, que hace un año muy apenas aguantaron la embestida y que ahora seria mortal si se hace, es el escenario de darse otro encierro total. Y aun así, aguantaron y han acatado las disposiciones. Ellos sí. Los que no son los informales que tienen ocupada en su totalidad la Plaza de Armas. 

Quienes desacatan, se burlan y evaden a la autoridad y su normativa. A la Dirección de Comercio municipales y sus inspectores. Mientras la Secretaria de Salud estatal dicta instrucciones que servirían para bajar los contagios, pero que tampoco tiene inspectores y equipo jurídico para ejecutar o sancionar a quien no respete las mismas, se esperaría que fuera Comercio quien de la mano apoyara a cumplir la normativa, es todo lo contrario. La Plaza de Armas esta en estado de sitio. Y no porque los cordeles naranjas que acordonaron su perímetro la tenga prohibida, sino porque esta anegada y dominada por el comercio que ha logrado tomarle la distancia a la autoridad municipal.

Hasta mañana…