Un de las máximas del futbol, que aplica para muchos rubros -incluido lo político- es: “Jugaron como nunca y perdieron como siempre”. El famoso Cruz Azul ha cargado con esa cruz las últimas dos décadas. Tan es así que hasta la Real Academia Española ha decidido analizar para su diccionario el verbo “cruzazulear”. Verbo que se ha vuelto hasta choteo ya no por una mala suerte, sino por prácticas fraudulentas al interior del equipo, que “los hacen perder” pero que benefician a otros, derrota no por mala suerte.  Como lo que pudiera ocurrirle al PAN en San Luis Potosí. Tener todas las oportunidades para lograr un triunfo, pero que, por los intereses mezquinos y superficiales de otros, llevarían a los panistas a una derrota, no por mala suerte, sino por poner en práctica su jugarretas, trampas y fraudes de años atras que harían palidecer al mismismo PRI.  Históricamente el PAN en San Luis ha sido bandera de la resistencia civil y ordenada contra la otrora hegemonía del PRI. Nombres de hombres y mujeres que por décadas le han sabido dar lustre al PAN, incluidos algunos de sus dirigentes, hasta hace poco.

Hoy corre el mismo riesgo y similitud de “la máquina azul”. El pequeño detalle es, que a diferencia de las ultimas elecciones a gobernador donde compiten Alejandro Zapata y Sonia Mendoza contra Toranzo en 2009 y Carreras en 2015 respectivamente, el PAN ahora no ira solo. Sino acompañado de un PRI, PRD y CP queriendo retomar la vida democrática y de decisiones, con la unión de un equipo aún más fuerte como lo es el brazo vitalísimo, valioso, poderoso y unido del sector empresarial, sociedad civil, iglesia y sindicatos.  La situación de Morena en SLP, con el rechazo total a su dirigencia nacional y lo que ayer también los fortaleció con la declaración unida de 6 de los 13 aspirantes a la candidatura (Robledo, Serrato, Delsol, Lorca, Espero y García) por “decidir” que sea mujer la abanderada. No debe ser cosa menor para los panistas o para la coalición “Si por San Luis”. Al contrario, no hay nada escrito aún.  Las opciones políticas son Morena y los que vayan contra Morena. No más. Lo que en términos futbolísticos podríamos traducir en que el nombre de la “maquina azul” potosina es como la Selección Nacional en un Mundial. Es la cabeza y unión de todos los equipos que quieren derrotar al gran triunfador. Pero si sus métodos y técnicas fallan por conveniencia, la fuerza y confianza que les ha depositado los otros “equipos” y “jugadores” se ira por la borda, igual que el triunfo en sus últimos años en San Luis Potosí. Puras “cruzazuleadas” potosinas. La coalición “Si Por San Luis”, como suceso histórico para la vida de los potosinos, representa en materia de civilidad, de política y de cordialidad uno de sus logros más importantes. La unión de los que en su momento fueron rivales en aras de recuperar espacios que el hoy partido en el poder les ha arrebatado, ha sido fruto de la confianza que la sociedad civil les ha brindado.  Misma confianza que está en la mira de los actos que internamente el PAN llevará a cabo el próximo 10 de enero, día de la elección interna de su abanderado. Octavio Pedroza, Xavier Nava y Marco Gama, los competidores restantes, tienen en sus nombres etiquetas de política formada a través de los años, como Alcaldes, Diputados locales, Federales, Senadores, y que como funcionarios públicos de carrera les han permitido tener la solvencia civil y moral suficiente, con trayectorias sin mancha alguna para tener el reconocimiento de los potosinos en próximas fechas.  En últimos días, desde Sonia Mendoza, se han denunciado vicios al interior del proceso, desde “dados cargados” a uno de ellos o en contra de ellos, hasta posibles fraudes que se vayan a dar el día de la elección. Su experiencia y participación en otros procesos internos les permite señalar las “mañas” que manejan. ¿Hablamos del PRI?, ¡Noo. Es el PAN potosino! Hoy los 3 aspirantes estarían dispuestos a firmar un acuerdo de UNIDAD en donde garantizaran evitar rupturas y malos manejos que ya han sido una constante en el PAN durante los últimos 12 años. Pidiendo el voto de confianza a la coalición “Si por San Luis” y a quienes la integran e invitando a que la sociedad civil y sectores empresariales sean vigilantes y garantes de este proceso interno. PROCESO Y UNIDAD que su dirigencia no puede ya garantizar. Si la elección interna del PAN fuera de su presidente o de alguna otra representación, allá ellos. Ahora es distinto y es la sociedad civil y la iniciativa privada que se le ha unido, la que está exigiendo una transparencia y legitimad en su procedimiento. Una elección en donde se tenga la certeza con temas tan simples como lo marca el acuerdo por firmarse, donde varios de los puntos a comprometer es que se vote con INE, se respete el padrón inscrito, revisión de actas y seguimiento de las mismas, cosas simples que el PAN tiene incluso en sus estatutos y en su discurso ya de antaño. Acciones que le den certeza, testimonio y honorabilidad tanto por parte de representantes ajenos al PAN, como por parte de los mismos precandidatos.  Se trata de legitimar la elección de alguno de los 3, no de manchar su nombre con la sombra de derrotas y resultados negativos que su directiva ha “cruz azuleado”. Si la dirigencia azul -como “la maquina cementera”- es incapaz de sacar una elección interna con honor, valores, legalidad, limpieza y respeto al interior y por lo tanto reflejada al exterior con sus demás compañeros de coalición, que no quieran manchar a los 3 competidores, que no quiera manchar la coalición y que no quiera manchar esta gran oportunidad, respetando el deseo de los aspirantes de tener un proceso limpio, legítimo y que salgan fortalecidos hacia el 2021. Oportunidad histórica. Y hay dos caminos: el PAN legitima con la sociedad civil un proceso que ha sido señalado y manchado o mantiene su proceso interno con los “usos y costumbres" del pasado, para nuevamente enfrentar una ruptura que le podría costar al PAN y en esta ocasión a sus aliados, es decir una “Cruz azuleada” más... Hasta mañana...