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El Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas y el Aeropuerto Felipe Ángeles representaron las tarjetas de presentación con que el gobierno de AMLO quiso marcar su pauta en materia de obra pública.
23:00 domingo 7 agosto, 2022
DESDE LA REDACCIÓN SLPLos proyectos de infraestructura de la agenda presidencial se han convertido en lastres que el gobierno federal ha tenido que cargar con el sorteo de la polémica y sus consecuencias. El Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas y el Aeropuerto Felipe Ángeles representaron las tarjetas de presentación con que el gobierno de AMLO quiso marcar su pauta en materia de obra pública. Y cada quien. Las reacciones se han tornado distintas cuando empezaron a crecer y casi triplicarse los costos de dichas obras. Fuera de los anunciados y sin un beneficio mayor e inmediato para la ciudadanía. Lo que provoco que recursos federales destinados a obras de infraestructura en otras latitudes perdieran el interés y apoyo que el gobierno mismo había comprometido, una de ellas la Ruta Alterna a la Carr. 57 que el mismo titular del Ejecutivo Federal prometió. Contemplada desde el Periférico Sur, frente a la FENAPO, hasta el Eje 140 con un ramal en el Eje 122, es el gobierno estatal quien tiene que “salir al quite” y sacar la cara para el beneficio que representara dicha vía.
Solo que hasta el Eje 122. Urbanistas, ecologistas, trabajadores, empresarios y la ciudadanía siguen manifestando la necesidad imperiosa de que el desfogue vehicular potosino tome nuevos cauces para la mejoría de la calidad de vida y el desarrollo económico local. El gobierno estatal y los municipios de la zona metropolitana capitalina junto a la iniciativa privada, deben seguir tomando la bandera de pugnar ante las autoridades nacionales el cumplimiento de una promesa que quedó grabada para los anales de nuestro San Luis como parte de su desarrollo y crecimiento. Que no quede en ello ni en ellos. Hasta mañana…