Cada comienzo de un ciclo, nos regala la oportunidad de replantearnos si las cosas que hemos realizado o que hemos vivido, durante ese periodo, lo hemos hecho de la mejor manera. Este año que comienza, nos brinda la oportunidad de transformar aquellas situaciones que nos dejan un hueco en nuestras satisfacciones, emprender nuevos proyectos, implementar cambios en nuestras rutinas. Siempre un nuevo comienzo nos abre la puerta para renovar nuestras intenciones, y esperamos, que como en yoga, emanen desde el corazón. En el terreno personal lo vemos como un plan para nuestras vidas, en los terrenos personal o profesional. En las personas que tienen responsabilidades públicas, esas intenciones, emergen de un plan de desarrollo, de una estrategia que se trazó tiempo atrás. Con el cambio de año, bien les debe servir para replantearse lo que dejaron de hacer, y concretar la agenda inconclusa.  En relación con la violencia hacia las mujeres, hay una agenda pendiente, que creció mucho en lugar de disminuir. Este gobierno, próximo a concluir, afirmaba que sería un hecho la disminución de la violencia contra las mujeres, y no ha sido así. Este año 2021 nos pone en un entorno político, dentro de muy poco habrá proceso electoral, en el que se decidirá quién habrá de gobernar la entidad. Esto ocurrirá en otras entidades también, y nuevamente las mujeres vamos a adquirir relevancia en la agenda de los medios, porque se comprometerán en resolver los problemas que enfrentamos las mujeres.  Y si, sólo como estrategia política. Las mujeres durante mucho tiempo hemos exigido nuestra participación en la vida pública. Hemos avanzado en el cambio de un paradigma tradicional, en el que como mujeres nos habían puesto en al último de la fila, y nos impedían acercarnos; para llegar, fue necesaria la modificación a las leyes y el cambio en las mentalidades de todas las personas. La igualdad en materia política, presenta muchas incertidumbres sobre su ejercicio. Estamos transitando, desde la elección pasada, a una participación más activa. Las personas requieren también de prepararse para saber cómo enfrentar ese protagonismo que estamos ejerciendo. Porque apenas comienza el año y se dibuja un uso que muchas mujeres y hombres, están haciendo de los temas relacionados con la igualdad y la equidad, en cuanto a la participación política de las mujeres. Quienes dirigen los partidos políticos son hombres y sería lamentable que a las mujeres nuevamente nos vean como un tema y como un botín político. Las mujeres seguimos en desventaja, y si quienes toman las decisiones de quién debe ser candidato o candidata, es un hombre, seguro detrás no hay un genuino reconocimiento del trabajo hecho por las mujeres. Nosotras hemos tenido que realizar mucho más trabajo para demostrarle a la sociedad que somos personas comprometidas con lo que hacemos, que somos profesionistas, que podemos llevar bien la actividad profesional, personal y familiar. Las mujeres en política han tenido que demostrar que también son buenas madres, buenas compañeras de vida. Es necesario replantearnos el sentido de la igualdad y de la equidad, son dos conceptos que se están transformando, tiene que ver con el uso que hombres y mujeres hacen no sólo de los términos lingüísticos, sino de las acciones concretas. Sabemos, que a las mujeres las han utilizado en la esfera política, ahora también las quieren utilizar para defender un tema que ha sido irrelevante para ellos, que es el tema de la paridad. Los partidos políticos y sus dirigentes, no han tenido ninguna intención de hacer tangible la participación de ellas. Lo delicado es el uso equivocado del concepto de paridad, como si sólo se tratara de un intercambio para favorecer a los hombres que son sus allegados. Los diferentes partidos políticos, no han hecho ni han recogido, el verdadero sentir de la población, ni para tomar la decisión de si se quiere que una mujer sea la candidata o no, a un puesto de elección popular. Los partidos políticos y sus dirigentes se tienen que replantear como están utilizando el concepto de paridad a su contentillo, deben dejar de utilizarlos como bandera política. Lo hemos dicho antes, las mujeres no somos un tema de política, somos participantes activas, somos un porcentaje importante del total de personas electoras y no nos están tomando en cuenta. Al interior de todos los partidos políticos se ha acordado cómo deberían de distribuir sus candidaturas para la elección de gobernador. Desafortunadamente los partidos políticos están considerando que estados van a perder para poner candidata mujer o no. Otra vez regresamos al pasado. Otra vez estamos al comienzo. Otra vez nos siguen utilizando.