El activista chino Yang Maodong, conocido también como Guo Feixiong, ha iniciado una huelga de hambre en protesta por los impedimentos impuestos por las autoridades chinas para viajar a Estados Unidos a cuidar de su esposa, quien está recibiendo quimioterapia. El Grupo de Apoyo a Abogados de Derechos Humanos de China (CHRLCG, por sus siglas en inglés) aseguró este jueves que agentes de seguridad impidieron a Yang embarcar este jueves en un vuelo con destino Estados Unidos desde el Aeropuerto Internacional Pudong de Shanghái y le acusaron de “poner en riesgo la seguridad nacional”. Asimismo, la fuente indicó no tener contacto con Yang desde la noche local del jueves. El activista, autodidacta en materia legal, había llegado a Shanghái horas antes en un vuelo procedente de la ciudad de Cantón, donde reside. Antes de embarcar para ese trayecto, Yang contó a Efe por teléfono su intención de comenzar una huelga de hambre indefinida si las fuerzas de seguridad chinas le impedían salir del país rumbo a Estados Unidos. En una carta abierta a los máximos mandatarios de la República Popular China publicada este jueves por la página web de seguimiento de los derechos humanos en el país asiático Minsheng Guancha, Yang explicó su intención de acudir en auxilio de su esposa, a quien el 9 de enero se le extirpó un tumor del colon con metástasis también en el hígado. El propósito del activista era acudir a cuidar de su esposa durante las 24 semanas que dura el tratamiento de quimioterapia, un viaje que -según Yang- contaba con el visto bueno de los cuerpos de seguridad municipales y provinciales de Cantón. Sin embargo, precisó que el Ministerio de Seguridad Pública se opuso al viaje. "La privación de las autoridades chinas del derecho de Guo (Yang) a salir de su propio país viola las normas internacionales humanitarias y de derechos humanos”, aseguró la directora de la ONG Human Rights in China, Sharon Hom, quien apuntó que el activista contaba con los documentos en regla necesarios para el viaje. Yang, de 54 años, ha pasado 11 de los últimos 15 años en prisión a consecuencia de su activismo, y el acoso de las autoridades a la familia llevó a su mujer y sus dos hijos a exiliarse en Estados Unidos en 2009. Fue liberado el 7 de agosto de 2019 tras cumplir una sentencia de 6 años en prisión por “alterar el orden público” y “buscar pelea y provocar altercados”, cargos habitualmente utilizados contra activistas chinos de derechos humanos. En los meses anteriores a su detención del 8 de agosto de 2013, Yang había participado en una manifestación contra la censura en Cantón y en una campaña para que Pekín ratificara el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Con información de López Dóriga Digital / EFE