Vínculo copiado
Ante los recientes asesinatos de periodistas, la Comisión Europeo exigió a Bulgaria investigar la muerte de la búlgara Viktoria Marinova
17:18 lunes 8 octubre, 2018
MundoBruselas, Bélgica.- La Comisión Europea alertó por los recientes asesinatos de periodistas en la región luego de que Viktoria Marinova fuera hallada muerta con signos de violación, por lo que se ordenó el esclarecimiento de si el crimen está relacionado con su trabajo de investigación para una cadena de televisión. La periodista búlgara fue hallada muerta en un parque de la ciudad de Ruse, con signos de haber sido violada, golpeada y estrangulada, solo una semana después de que su programa Detector de mentiras revelara casos de presunta corrupción relacionados con el desembolso de fondos estructurales de la Unión Europea. El crimen de Bulgaria se suma al asesinato de la periodista Daphne Caruana Galiza en Malta y del periodista Jan Kuciak en Eslovaquia, ambos centrados en investigaciones sobre corruptelas en sus respectivos países. Aunque los detalles del asesinato aún no se han aclarado, la secuencia de tres ataques a periodistas en países de la Unión Europea en apenas un año ha disparado las alarmas en Bruselas. En tanto, el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, se mostró en Twitter conmocionado por el asesinato de Victoria Marinova, y aseguró que no ha dudado en establecer una relación entre el asesinato y la labor profesional de la víctima. "De nuevo, una periodista valiente ha caído en la lucha por la verdad y contra la corrupción", escribió Timmermans en la red social.
La situación resulta tan alarmante para Bruselas que el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, abordó el tema en su reciente discurso. "Habrá que proteger mejor a nuestros periodistas, que también son actores importantes de nuestra democracia". indicó el político europeo al lamentar que demasiados periodistas se ven intimidados, atacados e, incluso, asesinados.
El portavoz oficial de la Comisión Europea exigió a Bulgaria una investigación rápida y en profundidad, además de pedir que se aclare cuanto antes si el ataque contra Marinova está vinculado a su trabajo. Bruselas, además, ha trasladado a la Oficina Europea de Lucha con el Fraude (OLAF) las sospechas sobre el presunto uso fraudulento de fondos estructurales revelado por la periodista asesinada. La muerte de Marinova se produce en un entorno de evidente deterioro del Estado de derecho y de libertades y ha colocado a Bulgaria en el punto de mira de las autoridades comunitarias. Bulgaria se añade a una lista en la que ya figuran Polonia, con una investigación abierta por la Comisión sobre la base del artículo 7 del Tratado de la Unión Europea que permite suspender ciertos derechos de un Estado miembro, y Hungría, con una petición del Parlamento Europeo para iniciar una investigación de acuerdo con el mismo artículo 7. El creciente número de presuntos infractores de los derechos fundamentales de la Unión Europea incluye también a Rumania, Malta, Eslovaquia e, incluso, Italia tras la intención de su ministro del Interior, luego descartada, de crear un censo de gitanos. En el caso de Bulgaria y Rumania, la presión de la Comisión puede redoblarse en las próximas semanas porque ambos países están sometidos desde su ingreso al bloque en 2007 a un mecanismo de cooperación y verificación que revisa periódicamente sus avances o retrocesos en la reforma judicial y en la lucha contra la corrupción. Hasta ahora, Bruselas ha reconocido los avances de los dos países, a pesar de ciertos tropiezos y rectificaciones. Pero los próximos exámenes pueden resultar más duros a la vista de las tendencias radicales que se han mostrado en los dos países. Timmermans advirtió la semana pasada, en vísperas del referendo celebrado en Rumania este fin de semana para blindar constitucionalmente la prohibición del matrimonio homosexual, que en caso de ser necesario, la evaluación de la Comisión será dura. La consulta celebrada en Rumania fracasó al no alcanzar la participación requerida del 30 por ciento, pero Bruselas sigue pendiente ante la posibilidad de que Bucarest utilice la vía plebiscitaria para iniciar contrarreformas, por lo que el próximo informe se espera duro. Una dureza que se puede extender a Bulgaria si no se aclara antes el asesinato de la periodista. El veredicto negativo de esos informes puede complicar el ingreso de Bulgaria y Rumania en el espacio Schengen, vieja demanda de ciudadanos búlgaros y rumanos que todavía deben pasar controles fronterizos al viajar por el resto de la Unión Europea. Bruselas también puede dificultar el acceso a fondos europeos, incluidos los vinculados al Mecanismo de Verificación, de 118 millones de euros en el caso de Rumania entre 2014 y 2020; y 30 millones para Bulgaria en el mismo período. -- REFORMA