Después de miles de años de convivencia entre los perros y los humanos, existen grandes conexiones entre ambos. Una de ellas, por ejemplo, es su capacidad para saber si otras personas son confiables y distinguir cómo comportarse ante ellas. Si bien es cierto que hay razas más sociables que otras, o tipos de perros que pueden tener tendencias más agresivas, los perros tienen una especie de radar especial que les permite detectar en qué personas pueden confiar y qué personas pueden tener malas intenciones. Incluso de acuerdo a la forma en la que se comportan con sus dueños. De acuerdo con un experimento realizado por la Universidad de Kyoto en Japón, los perros tienen capacidad de discernir lo que sucede en su entorno y comportarse de acuerdo a esto. En el experimento, les pidieron a personas que ayudaran a los dueños de los perros mientras éstos observaban y después les ofrecieran un premio. Por otra parte, otras personas fingían tratar mal a sus dueños y luego ofrecían premios a los perros. Un gran número de perros rechazaron los premios y estímulos de las personas que no trataban bien a sus dueños, pues sentían "desconfianza" hacia ellos. Otro estudio publicado en Neuroscience and Biobehavioural Reviews, destaca que los perros pueden distinguir los rangos de voz en las personas y la forma en que interactúan entre sí, y de este modo se comportan de formas distintas ante ellos.