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El sistema de pensiones será sometido a una presión superior por la aceleración del envejecimiento
23:03 miércoles 18 octubre, 2017
MundoParís, Francia.- Las desigualdades entre personas mayores crecerán en el futuro, con mayores riesgos de pobreza a edades avanzadas debido al rápido envejecimiento de la población, según un informe publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrolló Económico (OCDE) En un informe publicado hoy, la organización señala que los nacidos a partir de 1960 ya no experimentan un aumento de sus ingresos medios respecto a anteriores generaciones, como ocurría en la mayoría de países en las últimas décadas. Si bien se espera que la esperanza de vida continúe subiendo, su vida laboral ya está marcada por una mayor inestabilidad, lo que significa periodos de desempleo y de condiciones contractuales más precarias, lo que repercutirá negativamente en las pensiones, en particular en las personas con menor nivel educativo. Además, el sistema de pensiones será sometido a una presión superior por la aceleración del envejecimiento, ilustrada por la llamada tasa de dependencia. En 1980 había 20.5 personas de media en la OCDE mayores a 65 años por cada 100 en plena edad laboral -que oscilan entre los 20 y los 64 años- un proporción que subió a 28 en 2015 y que debería elevarse a 53.2 en el 2050. Japón, que ya es el país con mayor tasa de dependencia, con un 47 por ciento, es seguido por Italia con un 37.9 por ciento; Grecia con 36.1 por ciento y Finlandia con 36 por ciento. Se estima que Japón alcance un 77.4 por ciento en 2050. En segundo lugar se encontrará España con un 75.5 por ciento y les seguirán Italia con 73.9 por ciento, Portugal 72 por ciento, Corea del Sur con 71.8 por ciento y Grecia con 71.6 por ciento. De acuerdo con el estudio, una hombre con educación universitaria de 25 años tiene una esperanza de vida 7.5 años más que otro de la misma edad sin estudios -en el caso de las mujeres hay una diferencia de 4.6 años-. La diferencia educativa tiene una correlación con la vida activa, ya que alrededor del 30 por ciento de los hombres de entre 50 y 64 años con bajo nivel educativo declaran tener limitaciones para trabajar por problemas de salud, algo que sólo ocurre en el 10 por ciento de los universitarios de esa edad. La OCDE constató que las desigualdades en los ingresos se están ensanchando con las nuevas generaciones, mientras que hasta ahora sus condiciones económicos mejoraban globalmente. Los ingresos del grupo de 60 a 64 años, desde mediados de los años 80, han subido en un 13 por ciento más que para el grupo de los 30 a 34 años, marcando una especial pauta en países como Italia, España, Francia y Dinamarca. Por otra parte, apenas el 44 por ciento del grupo de entre 50 a 64 años con bajo nivel de estudios tiene trabajo, mientras que el porcentaje es del 70 por ciento entre los que han hecho estudios superiores. -- REFORMA