WASHINGTON.- El gobernador de California, el demócrata Jerry Brown, y el fiscal general del estado, Xavier Becerra, prometieron este miércoles que se defenderán ante la justicia de la demanda que interpuso anoche el gobierno del presidente Donald Trump en contra de tres leyes migratorias de su estado. En una rueda de prensa en Sacramento, Brown consideró que el litigio refleja el deseo del mandatario de declarar la "guerra" a California para satisfacer a la parte más radical de su base electoral que quiere medidas más duras contra el estado, hogar de más de 2 millones de inmigrantes indocumentados. Brown fue especialmente duro con el fiscal general Jeff Sessions, que hoy acudió a California para dar un discurso y defender la demanda de su gobierno. Sessions dijo que varias leyes estatales evitan que agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) realicen arrestos y deportaciones y acusó específicamente a ciertos funcionarios electos por sus acciones. Guardó su crítica más fuerte para la alcaldesa de Oakland, Libby Schaaf, quien el mes pasado alertó a inmigrantes sobre una operación migratoria en el área. "¿Cómo se atreve?", expresó Sessions sobre Schaaf en una reunión de la Asociación de Agentes del Orden de California, en Sacramento.

¿Cómo se atreve a poner en peligro innecesariamente la vida de agentes del orden sólo para promover su agenda radical de fronteras libres?" Es por lo anterior que el gobernador consideró que, con la reclamación, Sessions no está actuando como el máximo responsable de la justicia estadunidense, sino como uno de los protagonistas de la cadena televisiva conservadora Fox, en un intento por satisfacer a la base de Trump y al propio magnate, que amenazó con despedirlo en varias ocasiones. El Gobierno de Trump está lleno de mentirosos", llegó a decir Brown, en referencia a las personas cercanas al jefe de Estado que fueron imputadas por el fiscal especial Robert Mueller, encargado de investigar los supuestos lazos entre Rusia y miembros de la campaña de Trump para influir en las elecciones de 2016. Basado en ello, Brown aseguró que la administración Trump carece de credibilidad y aseguró que las leyes de su estado no ponen en peligro a EU, como afirma el Ejecutivo en su demanda. En concreto, lel pleitp interpuesto en la Corte del distrito este de California, se dirige contra tres leyes santuario que el estado aprobó el año pasado para proteger a los inmigrantes y que, a juicio del Ejecutivo, violan la Constitución porque tratan de prevalecer sobre la legislación federal. Con su querella, el Ejecutivo pide a un juez federal que bloquee la implementación de esas leyes. En rueda de prensa, junto a Brown, el fiscal general de California, Xavier Becerra, prometió que defenderá las políticas migratorias de su estado en los tribunales y aseguró que California respeta las leyes y tiene capacidad para implementar cambios a nivel estatal. Esa ley permite a los inmigrantes que cometieron un crimen salir en libertad, una vez cumplida su condena, y no ser expulsados a su país de origen. Una de las leyes en cuestión permitió a California convertirse el 1 de enero en un estado santuario para los inmigrantes, lo que significa que la Policía local y estatal no puede proporcionar al Gobierno información sobre inmigrantes indocumentados o aquellos extranjeros que han cometido un crimen y que, de acuerdo con la ley federal, deberían ser deportados. La segunda ley contra prohíbe a las empresas de California cooperar con el gobierno para deportar a inmigrantes, mientras que la tercera permite a la Policía estatal inspeccionar los centros de detención, donde están encerrados los extranjeros a la espera de ser expulsados. La reclamación supone la mayor ofensiva hasta la fecha del gobierno de Trump al estado de California, que por su tamaño y por su claro dominio demócrata se erigió en uno de los principales contrapesos a las políticas del republicano, especialmente en materia migratoria. -- EXCÉLSIOR