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El corazón se te hace pequeño al escuchar la canción que bailaban con menos ritmo que un robot, pero que disfrutaban como un niño a un dulce
16:48 lunes 4 septiembre, 2017
VIRALESTe lamentas en el hombro de tu mejor amigo, no rindes en el trabajo, tu familia te nota distante y lloras mares de amargura. La comida no te sabe bien, es más, no tienes apetito porque recuerdas cómo amaba prepararte el desayuno los domingos de resaca. Te descuidas al grado de estar sucio por días, tu aspecto es menos que desagradable y sólo piensas en cómo le encantaba mirarte con aquel suéter gris. Las películas te recuerdan lo maravillosos que eran los debates entre ambos y el corazón se te hace pequeño al escuchar la canción que bailaban con menos ritmo que un robot, pero que disfrutaban como un niño a un dulce. Eso es lo peor. La música te recuerda cada momento vivido. El soundtrack de tu relación siempre estará ahí, cada que lo abres en tu iPod o pones un viejo CD, aparecen los momentos más bellos jamás experimentados.
Usaré la sonrisa que me diste,
de algún modo parecía salvarme.
Y si estoy a punto de caer,
puedo salvarme con ella.
Hoy me quedo en casa
lo de fuera no me interesa
ya saldré a dar una vuelta otro día que no llueva.
¿Cuántas flores para un ramo?
¿Cuántos versos para un poema?
Con toda la luz y la vergüenza
tomamos nuestro propio espacio.
Encontraré mi camino de regreso,
volveré al pasado.
No sé si seré sensato, lo que sé es que me cuesta un rato
hacer las cosas sin querer. Y aunque fui yo quien decidió
que ya no más, no me cansé de jurarte
que no habrá segunda parte. Me cuesta tanto olvidarte.
No quiero tu cuerpo, pero odio pensarte con alguien más.
Nuestro amor se enfrió y entrelazas tu alma con alguien más.
Pero cualquier cosa que digas
sólo me hace recordar que debo olvidarte.
¿Cuántas historias de amor que terminan en un final trágico hemos escuchado? Seguro nos faltan dedos para describirlas. Cómo dejar de lado el éxito taquillero de “La La Land” que dejó a muchos perplejos cuando Mia y Sebastian terminaron sus vidas con alguien más y acompañados de canciones tristes. Frida, Diego y su romance tóxico que no es más que la prueba de que el amor duele y lastima o la misteriosa y extraña vida amorosa de Ana Mendieta y Carl Andre que terminaría en muerte. Pero si hay una ruptura capaz de hacernos sacar los ojos, llorar por las noches y gritar desesperados, es la nuestra, la propia. Aquella que no te deja respirar, que se come tus entrañas, te sofoca y te detiene el corazón de a ratos.
La espera me agotó , no se nada de vos; dejaste tanto en mí.
En llamas me acosté y en un lento degradé
supe que te perdí ¿Qué otra cosa puedo hacer?
si no olvido, moriré.
¿Por qué no te recostarás en mis brazos? La espera ha sido muy larga,
¿qué esperas? he estado esperándote todo este tiempo,
aprendiendo que los recuerdos no son nada.
Vamos ocultando el recuerdo que nos deja cada momento
y en aquella vida pasada se fue.
Luego nos volvimos extraños, es el precio de ser humanos
y en ese profundo silencio se fue.
Solía reconocerme a mí mismo, es curioso cómo cambian los enfoques
cuando nos estamos convirtiendo en algo más. Creo que es hora de irse, porque
no eres tú, ¿seré yo?
Cuando nos convertimos en algo más,
creo que es tiempo de alejarse.
Nadie más te amará como te pude amar.
Nadie más te puede aguantar como yo.
Fue todo en febrero, un romance sin dinero,
tu sexo tan poético como tus celos.
Cómo si no fuera poco, tus amigos o los compañeros del trabajo escuchan canciones que tienen las peores frases, aquellas que hieren, lastiman y cansan. Así que sólo queda colocarse los audífonos y aislarse del mundo con canciones optimistas o con esos géneros que no te agradan. Sin embargo, tú y yo sabemos que eso no ocurrirá. Sabemos que recurrirás a la playlist que tienes escondido con un emoji de corazón roto, y le subirás el volumen mientras te acurrucas y le dedicas una sesión de lágrimas incesantes. Torturarse es natural, pero ¿por qué nos gusta tanto? A veces, tenemos vocación de alfombra y son nuestros mismos sentimientos los que atacan y nos pisotean como si no bastara con la ruptura en sí.
Ahora no puedo pensar en el aire sin pensar en ti.
Dudo que sea una sorpresa,
no encuentro en donde esconderme.
Por un minuto me es fácil pensar
que fuiste una amante.
Desde que tú no estás puedo hacer lo que quiera, puedo cambiar
de opinión y decir lo que sea; puedo hacer el amor
con la que yo quiera, puedo dejar de quererlas, pero no
te puedo olvidar. Por un momento pensé que tal vez vendrías.
Soy bueno, tengo los pies en la tierra.
Davy dice que luzco más alto, pero no puedo entenderlo,
me sigo sintiendo cada vez más y más pequeño, necesito a mi chica.
Cientos de horizontes vimos cambiar de color
al regresar el sol al mar.
Pasó el tiempo así y no recuerdas que era tan feliz.
Vamos regresa, o por ti o por mi.
Me engañaste desde el principio cuando dejaste que
te empezara a amar. Es como tener un montón de marcos rotos,
pero sigue siendo la misma foto.
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Cultura Colectiva