El COVID-19 evidencio en nuestro país las desigualdades que se han visto agravadas por erróneas políticas públicas. En el mediano y largo plazo, seremos testigos del impacto que dejó la pandemia en México. Desde antes de la pandemia, México exhibía grandes desigualdades en acceso a servicios básicos como la salud o la educación; sin embargo la pandemia pegó aun mas a los pobres en los municipios mas marginados. Debemos tener claro que esta crísi sanitaria aun no termina por lo que los efectos en el mediano y largo plazo aun no se pueden medir, sin embargo ya los podemos medir en los indices de bienestar, en la presión al sistema nacional de salud o en el rezago educativo. Es claro que la pandemia ha pegado mas duro a los grupos socioeconómicos mas vulnerables, en especial a quienes viven en zonas urbanas populares, esto ha ocurrido ya que las acciones de prevención y medidas de confinamiento no han sido acompañadas de apoyos económicos que permitieran a la población{on cumplir con el “quédate en casa”. Cumplir el aislamiento social, era crucial para contener los contagios del virus, lo que no ha sido posible para la población de menores recursos. Un gran número de mexicanos no estuvo en condiciones de cumplir con las recomendaciones de confinamiento aunque así lo hubiera querido; aunado a ello, una errónea comunicación derivo en la poca o nula credibilidad de la grave situación que ha enfrentado nuestro país. Los efectos que ha tenido la pandemia en cada país en mucho dependen de las políticas públicas, pero también de la comunicación y el ejemplo que líderes han mostrado al predicar con el ejemplo en la aplicación de acciones restrictivas y de confinamiento; situación en la que nada ha abonado el poco o nulo empleo de cubrebocas y las constantes apariciones públicas del Presidente de la República y funcionarios del Sector Salud en espacios públicos e incluso en balnearios vacacionales.