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La Sedena destruyó las armas alemanas decomisadas a la Policía de Iguala; al menos 3 fusiles fueron disparados cuando desaparecieron los 43
08:06 viernes 8 junio, 2018
MéxicoEn medio de la investigación sobre la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) destruyó las armas alemanas Heckler & Koch (H&K) decomisadas a la Policía municipal de Iguala, Guerrero. Se trata de 16 fusiles modelos G36, los cuales, según informó la propia Sedena en enero de 2017 dentro del expediente AP/PGR/SDHPDSC/OI/001/2015, fueron destruidos por el Primer Batallón de Materiales de Guerra, basado en Santa Lucía, Estado de México. La noche del 26 de septiembre de 2014 al menos tres fusiles H&K fueron disparados en el cruce de Periférico y Juan N. Álvarez, donde Aldo Gutiérrez recibió un balazo que lo dejó en estado vegetativo, determinaron peritos de la Procuraduría General de la República (PGR) en el oficio SEIDO/UEIDMS/FE-D/1340/2015. En su momento, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) recomendó realizar una confronta balística de las armas de las corporaciones policiacas que participaron en los hechos de septiembre de 2014. El pasado miércoles, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) reveló, en su informe de balance del primer año del mecanismo especial de seguimiento del caso Iguala, que uno de los fusiles alemanes estuvo asignado a la agente municipal Verónica Bahena Cruz, actualmente presa. "La destrucción de evidencia balística de personas que se encuentran privadas de libertad por el caso Iguala podría constituir una grave falta en el cuidado de las evidencias y de las pruebas que implican a los responsables", señala el informe. "La CIDH estará al pendiente de recibir la información solicitada desde la entrega de su tercer cuestionario y dará seguimiento puntual a este rubro". Al respecto, en sus observaciones al documento, el Gobierno federal pidió al organismo interamericano mayor precisión para poder aclarar el punto. REFORMA publicó el 15 de mayo que a través del Ejército mexicano la empresa H&K logró colocar fusiles en los estados de Guerrero, Chihuahua, Jalisco y Chiapas, a pesar de que el Gobierno de Alemania se lo prohibió por considerar que son zonas conflictivas. Facturas de la Sedena muestran que, entre 2005 y 2011, esas entidades pagaron en su conjunto 98.3 millones de pesos más IVA al Ejército por 5 mil 3 fusiles de los modelos G36V, G36KV y G36C1, que la institución castrense previamente había comprado a Heckler & Koch. La aparición de fusiles H&K en el caso Iguala reactivó en Alemania un proceso legal en contra de director de la fabricante; la primera audiencia del caso ocurrió el mes pasado. Durante el juicio, Peter Beyerle, ex CEO de H&K, argumentó que siempre se vendieron las armas a la Dirección de Comercialización de Armas y Municiones (DCAM) del Ejército mexicano y que éste las revendió a los estados, operación en la que la compañía no tenía injerencia. -- Reforma