Desde finales del 2016 y principios del 2017 hemos visto como el comercio internacional ha ido sufriendo cambios drásticos en su forma y en su actuar, mientras en Europa Inglaterra se aleja de la zona euro y Francia piensa en algo similar a los bretones, en América por otro lado, el comercio se ha visto amenazado no solamente por acciones directas de Estados Unidos, ya que también Canadá hace lo suyo buscando su propio beneficio, hace ya casi 25 años de la firma del acuerdo del Tratado de libre comercio de América del Norte (TLCAN), y apenas va a tener su primera actualización y entre dimes y diretes del presidente de los Estados Unidos y el razonamiento propio del de Canadá, no se logra concluir con esas negociaciones, -es como si estuvieran alargando las negociaciones en espera de algo- y parece que las rondas no llegan a un término. El comercio exterior es básico en nuestra economía y me atrevería a decir que es de vital importancia, ya que de él dependen una gran cantidad de empleos y también que muchos productos a los que estamos acostumbrados lleguen a nuestros hogares de forma rápida y a un precio por el cual estamos dispuestos a pagar. Sin embargo, tal parecería que el norte de nuestro continente es lo único que existe, pero hay otros mercados a los cuales podríamos acceder de manera importante y de forma relativamente rápida, Europa es uno de ellos, en general los países del viejo continente mantienen un nivel alto de ingreso que pagaría fácilmente por nuestros productos, no por algo el Tratado de Libre Comercio de la Unión Europea y México (TLCUEM) cobra importancia relevante, ¿Sabía Usted que se firmó en Lisboa en el año 2000 entrando en vigor ese mismo año?, quedaría solamente aprovecharlo y voltear los ojos hacia allá incluso un poco mas al oriente ¿no cree? @Oliver_Arroyo