Vínculo copiado
En un año hemos visto a un personaje que desde su púlpito de Palacio Nacional se siente iluminado, erudito, sabio, justo, incapaz de equivocarse, de cometer un error, arrogante, burlón, insolente, mentiroso, populista…
02:05 domingo 5 enero, 2020
EN LA OPINIÓN DE CLAUDIO GARCÍA“Nunca habrá un borrador para corregir el pasado, pero siempre habrá un lápiz para escribir el futuro”. Dixie Snoopy. Vivimos un 2019 en el cual el señor López encabezó el gobierno que llamó de la cuarta transformación, pero que en realidad debe denominarse de “la cuarta TRANSTORNACIÓN”, como la nombró el diputado Juan Carlos Romero Hicks. El legislador panista hizo varias preguntas y respondió a ellas durante el análisis de fin de año que realizó: “¿Hoy estamos mejor en seguridad? No”
“¿Hoy estamos mejor en economía? Tampoco”
“¿Estamos atendiendo la pobreza y la desigualdad? No”
“¿Estamos fortaleciendo las instituciones democráticas? Lamentablemente la respuesta es negativa”. Y es que durante un año escuchamos cada mañana la descalificación de lo que en México se había realizado, antes de las 4T, como si nada sirviera. Así los malos, los enemigos, los representantes del pasado, los de la mafia, son (somos) todos aquellos que no están con él, que lo critican. En un año hemos visto a un personaje que desde su púlpito de Palacio Nacional se siente iluminado, erudito, sabio, justo, incapaz de equivocarse, de cometer un error, arrogante, burlón, insolente, mentiroso, populista…etc., etc. Lo mismo ataca a instituciones como el Instituto Nacional Electoral, gracias a la cual llegó al poder, debido a que ha impuesto reglas democráticas que se pretenden respetar y mejorar. Como defiende a Manuel Bartlett, ejemplo del pasado corrupto. Durante 2019 el “pastor de palacio” revivió las peores prácticas del llamado “presidencialismo mexicanos” que construyó el PRI, que fueron el signo de los gobiernos del siglo pasado. Ha revivido la idea de que el presidente es el único que decide, que lo que diga y señale vale para solucionar cualquier problema. En su discurso utiliza el incluyente “nosotros”, pero la realidad nos sitúa en el “yo-yo”, en el absolutismo del “poder soy yo”. Igual a los tiempos en los cuales la democracia estaba borrada. El señor López, mejor conocido como “el pastor de palacio”, se ha rodeado de personajes aduladores, de lacayos. Dentro de esos acólitos hay algunos corruptos y traidores que lo mismo han militado en otros partidos mientras tuvieron canonjías o su poder les permitió enriquecerse. Ejemplo de esto son los Bartlett, los Durazo o los Martínez, ejemplos de los que es la 4T. Frente a los retos que impone el 2020, principalmente en materia de seguridad, economía y salud, sería conveniente que el “pastor de palacio” siguiera el consejo de Snoopy, tomar el lápiz para escribir el futuro, que realmente lo haga un Jefe de Estado, que lo mismo escuche a sus allegados, como a la oposición. Lo dudo, aunque lo deseo. Y como no lo hará tomemos el lápiz los ciudadanos y escribamos la quinta transformación desde esta trinchera: la ciudadanía. DETALLES
Este fin de año quedó claro que el único grupo que realmente se encuentra unido y “listos para enfrentar lo que venga” (J.J. Rodríguez) son los llamados “Macabeos” que hoy suman nuevos elementos. A su cabeza se la deben desde hace más de 20 años. Y sumaría tricolores, amarillos, azules, morenos y hasta verdes. Aunque otros no lo quieran. La cosa es que él quiera. Los panistas bajo la voz de Xavier Azuara (quien maneja los destinos de la presidencia) se han visto lentos en acuerdos. Deberían haber iniciado el 2020 ya con una cabeza visible que aguante todo el año bajo fuego, pero muchos quieren y pocos tienen opción. Así que la última llamada ya llegó. El silencio en la granja presagia malos tiempos o acuerdos anticipados, por lo pronto siguen haciendo lo que mejor han hecho; infundir temor… A la vista un candidato ciudadano, ahora sí y no tutelado por quien hoy se dedica a remodelar nuestro centro…al tiempo.