Enrique Borja reconoció el dolor que le causa la partida de su amigo, Tomás Balcázar, quien murió este domingo a los 88 años de edad. No obstante, el también exfutbolista, prefiere no caer en la tristeza, pues considera que esa es la mejor manera de homenajear a Don Tomás.  ¿Cómo voy a estar triste?. Si alguien era sinónimo de alegría, de corazón, de vida, pues era Tomás”, mencionó vía telefónica. 

Uno de los múltiples roles que ocupó Tomás Balcázar durante su trayectoria profesional, fue el de auxiliar técnico de Javier de la Torre en la Selección Mexicana. Ahí fue donde conoció a Enrique Borja y la amistad comenzó.  Cuando yo lo conozco y conozco a Lucha a mí me toca estar de seleccionado y él iba de asistente del ingeniero de la Torre (Javier). Yo le decía ‘pa’ y a Lucha (esposa) ‘ma’, me caían muy bien, me llevaba muy bien con ellos en todos los aspectos. Él me decía ‘mijo’, comentó Borja.

Años más tarde, la familia Balcázar eligió a Enrique para que él diera el discurso previo a la introducción de Don Tomás al salón de la fama del futbol en Pachuca, Hidalgo.  Yo creo que si Tomás algo hizo fue vivir muy intensamente. Lo primero fue cumplir su sueño, ser futbolista, el sueño de jugar en las Chivas de Guadalajara, ser seleccionado nacional, meter goles en mundial. Todo a nivel familiar, hubo un yerno futbolista (Javier Hernández), después su nieto (Javier Chicharito Hernández), uno de los mejores futbolistas de México. ¿Qué más se puede pedir? Además tenía una gran familia, sus hijos, hijas, nietos, nietas, todo lo que emanó siempre fue felicidad”, opinó Borja. 

Fue un tipazo y todos lo que lo conocimos, lógicamente rezamos por él, pero más que nada darle gracias a dios que lo conocimos mucho tiempo. La verdad lo quería mucho”, finalizó el exfutbolista 

-- Excelsior