Tras advertir que los flujos migratorios no cambiarán en el mediano plazo, el futuro titular del Instituto Nacional de Migración (INM), Tonatiuh Guillén, adelantó que en la próxima administración habrá una atención más amable hacia los centroamericanos. En entrevista, el ex presidente de El Colegio de la Frontera Norte (Colef) calificó como un grave error enviar a la Policía Federal a la frontera con Guatemala para intentar contener a la caravana migrante y prometió reformar al INM para que se rija con respeto a los derechos humanos. "Enviar a la Policía Federal fue un grave error, sí se puso en riesgo a niñas, niños, mujeres, a todas las personas que estaban en el puente fronterizo, está haciendo el escenario más tenso, más difícil, pero no lo resuelve", señaló. "A mi gusto se debió haber hecho otra estrategia, mucho más amable y receptiva, y eventualmente hubiera terminado en un escenario mejor, más humano, más civilizado y sobre todo no montados en la coyuntura donde nos está presionando el Gobierno de (Donald) Trump y sus intereses electorales". Cuestionado sobre el enfrentamiento del domingo entre la PF y migrantes que buscaban entrar al país, tras el cual un joven hondureño murió, aseguró que no correspondería al escenario que está planteando el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Guillén, quien aún coordina a casi un centenar de investigadores en el proyecto Región Transfronteriza México-Guatemala, dudó que centroamericanos quisieran entrar con armas al país, pero dijo que se tendrían que analizar esos casos particulares sin estigmatizar a los migrantes ni desconocer el drama humano de su situación. "Hay que asumir que el flujo que viene de Centroamérica, y especialmente de Honduras, son personas que han sido obligadas a salir de su país por razones como violencia, pobreza y exclusión, y que esa dinámica va a continuar por lo menos en el mediano y corto plazo", advirtió. "El asunto es cómo avanzamos a procesos de formalización de esta dinámica, que tengamos otros procedimientos de registro, de regulación, que impidan lo más posible movilidades escondidas y clandestinas que ponen a las personas en situación vulnerable". Adelantó que las estaciones migratorias pasarán de ser lugares de detención a espacios de atención, como parte de una reforma al INM en áreas críticas para que el instituto deje de ser "cliente habitual" de quejas ante la CNDH. "Debe haber una reconceptualización completa de las estaciones, debemos tener una revisión muy fina de lo que son, para qué son, de quiénes están y para qué están", comentó. Sobre el papel del INM en la atención a los connacionales que son repatriados desde Estados Unidos, criticó que actualmente sólo ha sido receptor y no promotor de una atención cálida y digna. "Hay que pasar a un instituto mucho más protector, mucho más solidario y mucho más humano", remarcó. -- Reforma