Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, dejó en claro que el problema del narcotráfico no es solo de México. Sin dejar de reconocer su responsabilidad como gobierno, recordó que el vecino del norte está involucrado en el crecimiento de estos grupos.  “Nosotros tenemos que hacer lo nuestro y ellos lo suyo. Estamos tratando de emparejar la mesa, sino todo el tiempo está inclinada”, dijo el Canciller mexicano en relación a las reuniones bilaterales con el gobierno de Joe Biden, en una entrevista con Salvador García Soto en su programa “Las Noticias de la Noche” en El Heraldo Televisión. Y es que el consumo de estupefacientes dentro del país del norte, así como el tráfico de armas, son parte fundamental del problema. Un ejemplo es el artículo de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México, que destaca que la mayor parte de este armamento proviene de Estados Unidos.

El texto, que se titula ‘¿De dónde vienen las armas ilegales en México?’, indica que las armas ilegales que entraron al país entre 200 y 2019 es de aproximadamente más de 2 millones, de las que 1.7 millones están en circulación.

Samuel Storr, investigador del Programa de Seguridad Ciudadana de la Universidad y quien escribió el artículo, explicó que, de las armas traficadas por la fronteras mexicanas, por lo menos 70% llegaron desde los Estados Unidos.  El 51% fueron fabricadas en dicho país, 18% importadas por los Estados Unidos, 13% de origen no determinado y solo 17% vinculadas a otro país. Además, las armas rastreadas por la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) representan menos del 10% de las armas que se estima entran a México cada año.  “Las armas traficadas a México incluyen no solo las vendidas a civiles en Estados Unidos, donde se ofrecen armas de manera prácticamente descontrolada, sino también armas robadas del ejército estadounidense”, indicó el investigador. Fallas en el control de armas de México

Storr expone que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que comercializa armamento para policías, instituciones de procuración de justicia y civiles, recibió, entre 2009 y 2019, otras 450 mil 625 armas de forma legal.  Sin embargo, apuntó que no hay una sola base de datos que permita rastrear la cantidad de armas vendidas en México que acabaron en manos de delincuentes. “Existen fallas básicas en el control y gestión de armamento usado por las instituciones de seguridad pública del Estado mexicano”, agregó. El artículo remarca que las autoridades mexicanas reportaron 17 mil 366 armas perdidas o extraviadas entre 2006 y 2020. Además, la mayor cantidad de estas armas fue extraviada por las corporaciones federales, seguida por la Ciudad de México, Guerrero, Chihuahua y Veracruz. A pesar de ello, el investigador de la Ibero anotó que, de acuerdo a una solicitud de acceso a la información, la Sedena insiste que no tiene información sobre las armas robadas o extraviadas por su personal. 

-- Excélsior