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Hay personas que hablan mal de la policia, puede ser con justa razón o, sin ella. Piénsalo 1 minuto, solo un dia ¿sin policias en las calles?
02:02 jueves 23 noviembre, 2017
ColaboradoresHay personas que hablan mal de la policia, puede ser con justa razón o, sin ella. Piénsalo 1 minuto, solo un dia sin policias en las calles???... y mejor o, peor aun, ponte el uniforme y sal a la calle haciendo el trabajo de ellos!!!... te aseguro que si tubieras el valor de hacerlo, cambiaria tu forma de penzar.... Anónimo. No todos son malos pero, no todos son buenos. De las calamidades, las cuales no queremos acostumbrarnos a seguir viviéndolas, son: la impunidad que prohíja a la corrupción, la violencia que arrebata vidas, llenando de dolor muchos hogares y, el ataque al patrimonio de las personas pero, además y, en aumento, son los hecho que transgrediendo la integridad física de quienes son inocentes dedicados a tratar para salir adelante, la delincuencia se burla de sus víctimas. Que peligroso resulta escribir en defensa de la seguridad en todos sus niveles, pues se piensa, lo cual puede, como ha sido verídico, ya que muchos han perdido la vida, en la solicitud para que se detenga de alguna forma tanta transgresión de cualquier forma y nivel a la vida social. La verdad es que necesitamos cambiar y hacerlo todos buscando regresar al comportamiento que se funda en el humanismo, confidente en posturas eclécticas, fundadas en dar valores a la sociedad y el estudio de las necesidades humanas con base en la ética de la práctica de cualquier actividad. Mucho se habla de quienes nos cuidan y por lo tanto tienen la facultad de defendernos, para lo cual se han entrenado en el uso de los diferentes niveles de defensa en cuanto al orden gregario, fundado en el marco legal, que luego es usado en contra de quienes hemos, a través de los indicados reclutadores, empleado para tal efecto. Contradictorio es la desconfianza que se ha fincando en este sector de la sociedad, aún cuando en muchos casos se lo han ganado a pulso pero, absolutamente no todos. La dignificacion de las policías es, impostergable y, el reconocimiento de su labor debe ser una realidad de igual forma la reconciliación con la sociedad. Ellos y ellas, pareciera que los hemos dejado solos, ellos y elles, alejados de quienes somos como sus semejantes, se han, pero también los hemos alejado, prejuzgado y culpado en juicios sumarios sociales en los cuales a priori, son culpables; pueden serlo, con la posibilidad de haber incurrido en delitos, pero aún, no todos lo han hecho, estos elemento son los que tendríamos que descubrir y alentarlo, en el lugar de abandonarlos. Policías, mujeres y hombres, existen, como cierto es, honestos que han navegado en el mar del desconcierto y aveces de la soledad, para salir adelante a ellos, ellas y, sus familias. El dolor de sentir el desprecio de la gente, y sus prejuicios, además de la remuneración inadecuada, pobre, insuficiente, debe haber generado la indiferencia del cuidado de la gente y así, el alejamiento de su deber, pues no hay seres humanos que aguanten los desprecios y el abandono social. Arriesgando sus vidas, por supuesto cada día pero, también, sabiendo que en cualquier momento de su deber pueden dejar solas a sus familias, la que tienen el de ver de sostener, así, cada día representa el reto de sobrevivir. Queremos policías confiables, capacitados y certificados, pero además, incorruptibles pero, sería, como lo es, literalmente imposible con los sueldos que perciben, son reconocimiento, todo esto frente a servidores públicos que, en la comodidad de sus escritorios, se sirven de enormes cantidades económicas que insultan a muchos. Lo importantes es que los y las policías, son contratados para defender nuestras vidas y nuestro patrimonio. Así como están, es imposible. Entre el desdén social, el abandono de sus vidas, no esperemos que cuiden de las nuestras; un ancho camino por donde se circula fácilmente la cooptación del crimen en cualquier forma de corrupción impune se abre así, frente a todos, no sólo ante los policías, también en la sociedad, las posibilidades de incurrir en lo indeseable. Salir del discurso para aplicar las ideas y las palabras, a las acciones, certeramente es el camino. @jaimechalita