Fue durante el día de Acción de Gracias de hace 29 años que Mandy Stavik, de 18 años, salió a correr con su perra Kyra cerca de su casa (en Washington, Estados Unidos). Horas después solamente la perra volvió a la casa y la familia de Mandy la reportó como desaparecida. Dos días después, su cadáver fue encontrado flotando en el río Nooksack con signos de haber sufrido violencia y con restos de semen. Las autoridades guardaron las muestras de ADN pues en aquella época la tecnología no permitía analizarlas lo suficientemente bien. Desgraciadamente el caso se fue prolongando por años sin tener resultados, hasta que hace un par de años, un vecino del condado de Whatcom (lugar donde ocurrió el crimen) le dijo a la Policía que Timothy Bass podía tener “alguna implicación” en el caso. Bass, que ahora tiene 51 años, pasó a ser uno de los sospechosos del asesinato de la joven, aunque las autoridades no tenían suficientes pruebas como para obtener una orden de registro de su vivienda o para obligarlo a entregar muestras de ADN. Cuando una de las colegas de Bass se enteró del caso, quiso colaborar con la Policía. La colega dijo: Sentí una obligación moral humana básica de ayudar… hubiera esperado que alguien hubiera hecho lo mismo por mi hija. Fue en 2017 que la colega entregó a las autoridades una lata de refresco y una botella de agua de Bass. Un análisis lanzó que el ADN de Bass era el mismo del semen que se había recuperado del cuerpo sin vida de Stavik. Jeff Parks, de la oficina del Alguacil de Whatcom, tuiteó: Los hombres y mujeres de la Oficina del Sheriff del condado de Whatcom esperan con impaciencia el juicio de Timothy Bass y la justicia para Mandy y su familia. Ellos han puesto sus corazones y almas para resolver este horrible (caso). La Policía arrestó a Bass por el asesinato de la joven (él vivía a un par de kilómetros de la casa de la Mandy) y hasta hace apenas unos meses el juzgado declaró como válida la prueba que se entregó inculpando a Bass. El juicio contra este señor comienza en abril y, de ser encontrado culpable, podría ir a prisión por 20 años, según informó este jueves el Bellingham Herald.