Ignacio Benavente, titular de la Coordinación Estatal de Protección Civil, sostuvo que las lluvias han tenido un efecto positivo en la mayoría del territorio potosino que vivía sequía. “Los cuerpos de agua estuvieron muy afectados por el estiaje, empezaron a recuperarse en sus capacidades, lo mismo con ríos y presas”. Con las lluvias, también disminuyó el material seco que podría provocar un incendio forestal, aunque esta temporada, se podría considerar que ya terminó, pero mejora las condiciones para el siguiente año. “Al registrarse una mayor cantidad de precipitaciones, ha disminuido el riesgo de fuegos”, afirmó.