Los coches eléctricos están en boca de todos: no solo transformarán la manera en la que entendemos el automóvil, también impactarán de manera importante el mundillo a nivel industrial: según un estudio de la Asociación Europea de Contratistas Eléctricos (AIE), para el año 2030 generarán 200.000 nuevos puestos de trabajo solo en Europa. Estos se repartirían a lo largo de toda la cadena de producción de este tipo de vehículos, aunque la mayor parte de ellos estarían en el ámbito aspectos relacionados con las baterías. Así, 77.000 de los puestos (un 39%) estarían relacionados con el mantenimiento de las baterías, mientras que la fabricación de las mismas emplearía a 34.800 personas (un 17%) y la instalación de cargadores a 21.400 empelados (un 11%). La cifra no hará más que crecer, como apuntan los expertos de la asociación. Oddvin Breiteig, Experto en Electromovilidad en AIE explica que: “200.000 empleos es solo la punta del iceberg en términos de potencial de trabajo para la electromovilidad. El estudio solo considera los vehículos de pasajeros, pero autobuses, camiones y barcos ya están siendo electrificados y crearán todavía más puestos de trabajo de ingeniería eléctrica ecológicos”.   Y continúa apuntando que “la instalación de puntos de recarga también se realizará en paralelo con las redes inteligentes y las soluciones de construcción, como la instalación de sistemas de energía solar fotovoltaica y baterías. Además de los beneficios ambientales, existe un potencial económico innegable de un cambio a la movilidad eléctrica.” Por su parte, Janne Skogberg, experta de AIE, declaraba que “los trabajos que se producen a través del cambio hacia los coches eléctricos se convertirán en un motor importante para las economías locales. No pueden ser deslocalizados ni reemplazados por robots y proporcionarán un empleo seguro en toda Europa durante las próximas décadas. El estudio estima que para 2060 se crearán más de 1.2 millones de trabajos”.