Vínculo copiado
Tengo frente a mi la fotografía, ella está sentada, encorvada, con el rostro hinchado, su pelo crespo peinado con media cola; todo su rostro se muestra amoratado, y sus ojos, sus ojos pequeños muestran una enorme tristeza, un profundo dolor, no sólo físico, es un dolor viejo, anejo repetido de años.
23:16 lunes 25 febrero, 2019
ColaboradoresLa recuerdo bien, recién había cumplido los 14 años; en Oaxaca su estado natal, vivía una situación de extrema pobreza, un padre ausente, un padrastro abusador y alcohólico, la madre sobreviviendo con la venta de chicharrones en un puesto ambulante, presa fácil; una pareja potosina la convenció de venir al estado, le prometieron que aquí tendría trabajo, escuela, salario, una casa donde dormir, se encontró con el cuarto en un hotelucho del centro histórico de la capital, cerca del Mercado República. En cautiverio, víctima de trata y como esclava sexual, era obligada a “atender”, al menos 30, clientes al día. Uno de ellos se compadeció de la menor y la ayudó a escapar. ¿A dónde ir? Delgada, pequeña con apenas 18 años, es un día de fiestas patrias, camina por una angosta carretera que la llevará a su casa en el municipio de Tamuín, en la Huasteca potosina. Una camioneta con dos policías se detiene y le ofrecen llevarla. Ella se sube sin saber que va camino al peor infierno; ambos abusan de ella, la golpean de tal manera que creen que está muerta, la avientan a un barranco. Horas después un automovilista repara que en la carretera se encuentra tirado un tenis rosa. Se asoma al precipicio y alcanza a ver un pie desnudo. Ella estaba viva y cuando los policías se enteraron fueron al centro de salud para rematarla. ¿A dónde ir? O les puedo contar otro testimonio. Ella pensó en cambiar algo de su persona, quizá él la vería más atractiva, pelearía menos. Hacía varios años que no cortaba su cabello, siempre tejido en una trenza, lo hizo. Cuando él llegó ella lo esperaba muy peinada; él caminó alrededor de ella, como animal al ataque, y le dijo: ¿quién te dio permiso de hacer esa tontería? La sentó en una silla, tomó unas tijeras y le dijo ¿quieres que te corte el pelo? Le dio decenas de tijeretazos, hasta tasajear el cuello cabelludo, su cabeza era una bola de sangre y él seguía cortando. Imposible olvidar esta historia, cada noche que toca su cabeza, lo recuerda con el alivio de estar ahora muy, muy lejos de la bestia. Tengo frente a mi la fotografía, ella está sentada, encorvada, con el rostro hinchado, su pelo crespo peinado con media cola; todo su rostro se muestra amoratado, y sus ojos, sus ojos pequeños muestran una enorme tristeza, un profundo dolor, no sólo físico, es un dolor viejo, anejo repetido de años. Son cientos de historias como éstas que podemos narrar en San Luis Potosí, cientos de miles en México. Historias de mujeres que los refugios les han salvado la vida. Nuestros hombres han crecido despreciando a las mujeres, minimizándolas, golpeándolas, pateándolas. Y no hay muchas alternativas, la familia y los amigos suelen tomar partido por el hombre. “Algo habrás hecho, tú te lo ganaste” le dijo la mamá de una amiga en el hospital cuando el marido la dejó tirada en el piso porque “ella lo hizo enojar”. Era una mujer encerrada en una jaula de oro, con las alas rotas. A lo largo de los últimos años hemos encontrado una salida, gracias a otras mujeres valientes que se han lanzado a rescatar a muchas, muchas víctimas de violencia. De acuerdo con ONU Mujeres el primer centro de mujeres formal se creó en Hounslow, Gran Bretaña en 1971, ofrecía refugio extra oficial a sobrevivientes de violencia doméstica. Ahora, prácticamente, existen en todo el mundo los refugios, operan con recursos del estado, propios, con donativos de empresas o privados, incluso internacionales. En San Luis Potosí el refugio que opera nació en el año 2000, hay dos espacios, ambos con atención especializada: uno que funciona como Centro donde se atienden víctimas y otro donde se resguarda la seguridad de las víctimas que no tienen red de apoyo, tiene acceso restringido para protegerlas, por esos lugares han pasado cientos de mujeres con sus familias, y ahí han encontrado un espacio donde respirar sin miedo, donde curarse las heridas para volver a empezar. Pero en México la 4T tiene sus propias reglas y formas de gobierno, no les gustan las asociaciones civiles; cancelaron los recursos federales no sólo para las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) sino cancelaron la Asignación de subsidios para la prestación de servicios de Refugios de Mujeres, sus hijas e hijos que viven en extrema violencia y, en su caso, Centros de Atención externa. Como si toda la acción y participación social previniera de los partidos política, a los que no les han recortado ni un peso y no de la Sociedad Civil Organizada , hombres y mujeres que han luchado contra la injusticia y los derechos humanos por este país que se llama México. Reaccionaron de inmediato, a través de organizaciones como la Red Nacional de Refugios, la Red Interamericana de Refugios y la Red Intercultural de Refugios, tienen años en la lucha social. Se pronunciaron: los refugios son actualmente el mecanismo articulado para la prevención de los feminicidios, estos espacios salvaguardan la integridad de mujeres, niñas y niños que han sido víctimas de violencia al grado de que estar en riesgo de perder la vida, durante espacios de aproximadamente tres meses se ofrece atención integral y gratuita, 70% de estos espacios son operados por OSC, que han cumplido con los mecanismos de transparencia y rendición de cuentas establecidos en la ley. Quienes estamos en ello sabemos que hay protocolos rigurosos en su operación, hay que rendir cuentas al SAT, a distintas organismos municipales, estatales, incluso internacionales con mecanismos de control severamente vigilados. Las personas que ingresan a estos refugios son personas vulnerables, independiente de su razón social, sin apoyos reales y sin estructuras sociales que las protejan. Pero eso a qué político le importa; el 21 de febrero pasado les informaron que no habría más recursos, a pesar de estar autorizados por el Congreso de la Unión para 2019. Con esta decisión se ponía en riesgo la integridad de cientos de miles de mujeres. En México se registran cada nueve feminicidios; mujeres que mueren solo por el hecho de serlo. Y, a pesar de que el gobierno corrigió y abrió de nuevo la convocatoria para asignar subsidios a refugios de mujeres, y sus hijos e hijas víctimas de violencia extrema. La preocupación se mantiene y las OSC tienen las alarmas prendidas: la preocupación ahora que se activó el proceso de asignación de recursos publicados en la convocatoria para acceder a los más de 346 millones de pesos aprobados para 2019 en el Presupuesto de Egresos de la Federación. El vencimiento es el 6 de marzo; sin embargo las organizaciones creen que las van a ir descartando en la dictaminación por ser asociaciones civiles y se cree que activaron el proceso sólo para apaciguar las acciones que estaban programadas. Una historia que aun no se termina de contar, pero a quién le importa, son sólo mujeres....
Mujeres ultrajadas
Mujeres muertas
Mujeres invisibles
Mujeres sin rostro
Mujeres lapidadas
Mujeres cercenadas
Mujeres mutiladas
Mujeres solas
Mujeres silenciadas
Mujeres violadas
Mujeres sin alas
Mujeres rotas
Mujeres huérfanas
Mujeres de triste memoria
Mujeres sin paz
Mujeres muertas
Mujeres desconocidas
Mujeres