San Luis Potosí, México (11 octubre de 2018).- Jorge Vega Arroyo, titular de la Comisión Estatal Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEEAV), señaló que actualmente además de la violencia intrafamiliar, el registro de feminicidios ha desencadenado la orfandad de las niñas potosinas, quienes a causa de la violencia pierden a sus padres. Precisamente son quienes en primera instancia se atienden en la Comisión, para adherirlas al padrón de víctimas del delito, y enseguida se ponen a disposición de la Procuraduría de Protección a Niños, Niñas y Adolescentes (PPNNA), para resolver su situación jurídica, para determinar una adopción o entregar la custodia a familiares. Poco más del 55 por ciento de los menores que atiende la CEEAV son niñas, algunas de ellas han sido víctimas de abusos físicos y sexuales. También se ha registrado el abandono por parte de los padres, sin embargo estos casos son mayormente atendidos por la PPNNA. Señaló que en este año se ha logrado la resolución de dos niñas, darles la protección y restituirle sus derechos, uno de ellos de una menor originaria de Axtla de Terrazas, quien presentaba lesiones y estaba en estado de gestación. Las niñas van a la escuela, ayudan en casa, trabajan en fábricas, cuidan de sus familiares y se preparan para asumir las responsabilidades de la vida adulta, desempeñan diversos papeles en el hogar, la sociedad y la economía señaló Ángela Quiroga, titular de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) en su visita a San Luis Potosí. Sin embargo existen aún muchas comunidades donde no se les permite ir a la escuela, son vendidas u obligadas a contraer matrimonio, o peor aún son víctimas de feminicidio, siendo discriminadas en su propio núcleo familiar ante el papel que se le da a los hijos varones. El abandono, violación a los derechos a la educación, violencia intrafamiliar, abuso sexual y feminicidio, son las principales afectaciones a las que se enfrentan las niñas mexicanas. El Día Internacional de la Niña se estableció el 19 de diciembre de 2011, en la resolución 66/170 de la ONU, en la que se decide que la conmemoración se celebrará a partir de 2012 el 11 de octubre de cada año, con el objetivo de lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y la niñas.