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Un edificio ubicado en Zapata casi esquina con Tlalpan tenía apenas un año; el sismo desplomó toda un ala del inmueble y la parte superior
09:50 sábado 23 septiembre, 2017
MéxicoLos edificios derruidos o que sufrieron colapsos parciales y tienen una antigüedad menor a los 25 años no debieron tener daños por el sismo de magnitud 7.1 del martes pasado, aseguraron expertos. "Es cierto que hay muchos factores implicados, pero definitivamente un edificio nuevo no tenía porqué haberse caído si se apegó al reglamento de construcción actual", explicó Arturo Bautista Lozano, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), delegación Ciudad de México. Comentó que lo más probable es que haya existido una negligencia en la edificación de los complejos habitacionales que han registrados daños severos. Detalló que todavía se puede considerar como nuevo un edificio de entre 20 y 25 años, pues fueron construidos bajo los lineamientos del reglamento que se modificó tras el terremoto de 1985. El también ingeniero reconoció que aunque hay factores como los movimientos del sismo que afectaron principalmente a los inmuebles de entre cinco y ocho pisos, no fueron los determinantes. Las construcciones dañadas sufrieron fatiga estructural, término que se refiere a lo que ocurre cuando un elemento es sobrepasado por los esfuerzos que tiene calculado soportar. "Se fatiga, se rompe, digamos coloquialmente; por ejemplo, si tengo una viga que me pueda aguantar determinados esfuerzos y si el esfuerzo al que se ve sometido es mayor, entonces falla, se rompe", comentó. Si un edificio tiene mantenimiento, su vida útil es de entre 60 y 80 años, aclaró. El experto también señaló que la aceleración del sismo fue fuerte, pero en zonas como la Colonia Portales Sur y Del Valle, donde hubo daños mayores en algunos complejos habitacionales, este suceso por sí mismo no justifica lo ocurrido. Todos los edificios anteriores a 1985 sufrieron daños porque ya son viejos y en su momento no se tomaron las precauciones adecuadas, o los reforzamientos necesarios, dijo Luis Enrique Rodríguez, director responsable de obra certificado como perito de Protección Civil. "Después de 1990 (una vez que se hicieron los cambios al reglamento) hacia acá, los inmuebles, todos los nuevos, sí tendrían que estar construidos de manera impecable", sostuvo. Respecto a construcciones afectadas en colonias como la Condesa, Hipódromo Condesa y la Roma, el especialista señaló que los procesos de obra se debieron apegar a los coeficientes sísmicos más altos y prestar mayor atención a la calidad de los materiales. Humberto Marengo, ex titular de la Academia de Ingeniería, comentó que el tema de la cimentación fue fundamental para determinar la resistencia de este sismo, por la cercanía del epicentro. "Hay edificios que no sufrieron ningún daño porque tienen una cimentación muy bien hecha, muy bien diseñada en los nodos de cimentación, pero hay edificios sobre unas columnas delgadas y esos son los susceptibles de poder tener algún problema", comentó. Fernando Gutiérrez, presidente del Consejo Directivo del Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM), comentó que podría haber una negligencia, pero no hay certeza de eso. Gutiérrez y el presidente de CMIC Ciudad de México coincidieron en que este sismo fue de un fuerte impacto por la cercanía del epicentro que se originó en la frontera entre Puebla y Morelos. Estos daños podrían provocar que se tuviera que cambiar el reglamento de construcción actual para establecer requisitos más severos, comentaron. -- Reforma