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La lanzadora mexicana mantiene su meta de ir a las justas de Tokio en 2021 y subir al podio
08:53 jueves 23 abril, 2020
Deporte Nacional e InternacionalÁngeles Ortiz no se detiene. La múltiple campeona mundial y paralímpica en lanzamiento de bala cuenta los días que faltan (poco menos que 500) para asomarse a Tokio, donde buscará subir al podio por cuarta vez consecutiva. Para ello, se encierra por lapso de cinco horas diarias en el gimnasio de su entrenador Junior Vázquez, “porque no hay tiempo que perder si quieres llegar en tu mejor momento a los Paralímpicos de Tokio”. La tabasqueña, quien radica desde hace tiempo en Boca del Río, aparece en un video que lanzaron varios atletas mexicanos que sueñan con estar en Tokio 2020, irónicamente a celebrarse un año después a causa del COVID-19. Fue un trancazo escuchar que se pospusieron los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, a tres meses de su celebración en Tokio. Llevas un ciclo de cuatro años trabajando para llegar a la cita y de pronto todo se viene abajo. Yo les digo a mis compañeros que esto nos está perjudicando a todos… pero no vale rendirse”.
Si alguien sabe de remar contra la corriente es Ángeles, quien después de un accidente por culpa de un conductor imprudencial, lo que le costó perder la pierna izquierda, la atleta no sólo supo salir adelante, sino que se convirtió en deportista paralímpica de élite tras ganar plata en Pekín 2008, oro en Londres 2012 y oro en Río 2016. Dice que nada la detendrá para llegar a sus cuartos Juegos Paralímpicos. “Estoy en casa por la contingencia, pero salgo todos los días con la protección necesaria para encerrarme en el gimnasio de mi entrenador por espacio de cinco horas. Hago acondicionamiento físico y levanto peso. Lo que no puedo hacer en estos momentos es realizar lanzamientos, nadie nos presta un terreno para hacerlo con precaución”. No ha sido fácil el trabajo de reingeniería que tiene que hacer la atleta junto a su entrenador, “pues hay que hacer a un lado el ciclo de cuatro años y armar un ciclo de un año para mantenernos en el top, como lo hemos hecho durante 15 años”. Ángeles recuerda que “regresábamos del campamento en Cuba, cuando se dio lo de la pandemia y el anuncio de que los Juegos de Tokio se pospusieron. Nos rompieron la ilusión. La pandemia fue una bofetada que nos rompió los planes, pero no los sueños”. Las visitas al gimnasio se han convertido en una rutina en la que aparecen los cubrebocas, los guantes, el gel y otros materiales de limpieza para que la atleta no se contagie. Limpia cuidadosamente el volante de su camioneta, así como las ruedas de la silla en la que trabaja. “Aunque veo con asombro que en las calles sigue la gente paseándose como si nada estuviera ocurriendo”. Ella se comunica a diario con amigos del país y diferentes partes del mundo (Brasil, Argentina y Sudáfrica, entre otros) para motivarse, saber cómo se encuentran y compartir entrenamientos en videos. Además de entrenar, aprovecho el tiempo para tomar cursos y diplomados en línea”, sin olvidar sus ratos de lectura y música (el rock pesado se ha asomado en sus entrenamientos).
Ángeles Ortiz lleva un poco más de un mes encerrada y comenta que “lo importante es mantener la actitud y la mente positiva”. Para ello, todos los días dedica una hora a trabajo de enfoque, análisis y sicología deportiva. Queremos estar en Tokio. Es cuestión de uno si lo logramos”.
-- Excelsior