Vínculo copiado
En cada sexenio existieron periódicos y periodistas con la vocación y valentía suficientes para no callar, sin embargo, su andar no fue fácil ya que eran sujetos a una gran cantidad de presiones por parte del poder.
23:12 lunes 3 septiembre, 2018
ColaboradoresMostrar la realidad social es un compromiso tanto ideológico como informativo que el periodista asume con la sociedad. Es un compromiso sustentado con la ética profesional, de la que depende la credibilidad del medio de comunicación para el cual se trabaje.
Asimismo, la política es la ciencia y el arte del buen gobierno dedicado al servicio de la nación; disciplina que se ejerce a través de la participación y movilización condicionada de la ciudadanía, en los asuntos y la orientación del Estado. Por lo anterior vemos que el periodismo y la política son dos profesiones que están ligadas de por vida, ya que son intermediarios entre el gobierno y la opinión pública. Por una parte está el periodismo que es el canal más recurrente para mantener informada a la ciudadanía y por el otro la política, que es el agente de cambio. Ambas por naturaleza son profesiones que se dedican a la mejora, el cuidado y el progreso de una sociedad, ya que trabajan siempre bajo las demandas de la misma. Vemos que el periodismo político es el más representativo, ya que analiza la relación de los actores gubernamentales: presidente, senadores, diputados, alcaldes, legisladores, etcétera; así como cada uno de los medios en los cuales se desenvuelven. Observamos la importancia que desempeñan los periodistas y comunicadores en México, sobre todo en la antesala del próximo gobierno del presidente electo Andrés Manuel López Obrador. El periodista debe ser consciente de que inicia una nueva etapa en la historia de México, así como de la importancia del papel que juegan los medios masivos de comunicación en la política, que es fundamental. Todo periodista tiene la responsabilidad de informar y todo gobierno debe responder a la sociedad que está dirigiendo. Si hacemos un análisis de qué nos llevó a través de la historia a alcanzar la libertad de expresión que hoy tenemos, veríamos que en México si existieron malos gobernantes es porque no estábamos acostumbrados a demandar soluciones. Si nuestra situación nos lastima, entonces debemos asumir una dolorosa realidad: pedimos a gritos un Estado que asumiera una figura paternalista, y ahora estamos pagando las consecuencias. Conceder a los órganos jurídicos, políticos y económicos tanto poder, ocasionó que éstos no cumplieran cabalmente sus funciones a fondo. El periodismo, por ejemplo, estaba opacado, limitado por ciertos grupos de poder y esto le impidió, en muchas ocasiones, realizar eficientemente su papel de contrapeso del Estado.
Por lo anterior es importante caer en la cuenta de que para comprender los fenómenos que se están gestando, se necesita abordarlos desde aproximaciones sociales, culturales y políticas.
Si revisamos a la prensa escrita desde principios del siglo veinte, nos daremos cuenta de que aunque siempre pretendió operar con base en los postulados de imparcialidad, objetividad, y veracidad, en el camino se desvió e incurrió en prácticas poco éticas, que a la larga se convertirían en vicio. No es posible culpar de manera categórica al periodista, ya que muchas veces el denunciar sin tapujos, le acarreaba consecuencias desproporcionadas: la presión, el encarcelamiento, o la muerte. En cada sexenio existieron periódicos y periodistas con la vocación y valentía suficientes para no callar, sin embargo, su andar no fue fácil ya que eran sujetos a una gran cantidad de presiones por parte del poder.
Ser periodista tiene grandes beneficios, tenemos la posibilidad de contribuir a modificar el entorno y moldear inteligencias, de repercutir en el ánimo de la colectividad, entre otras cosas. Por lo que el no ejercer estas capacidades con responsabilidad, puede traer consecuencias graves.
Por fortuna el periodismo es una tarea que está en constante revisión y actualización todos los días. El futuro tiene en la prensa un efecto mucho más importante que en cualquier otra cosa. Por ello el periodista se reinventa, modifica sus conductas y revalora su legado día con día.