Cuántas veces hemos escuchado que cuando hace calor deberíamos de usar ropa con colores claros porque si vestimos de negro entonces nuestras prendas absorberían toda la energía del Sol.  Por un lado no es mentira que el color negro absorbe el calor, sin embargo, —contrario a lo que la gente cree— no es malo que nuestras prendas absorban el calor ya que eso ayudará a mantenernos frescos, pero todo depende del grosor de la tela.  Cuando la ropa oscura absorbe el calor, lo mantiene alejado de nuestros cuerpos, pues todo se quedará en las prendas, sobre todo si son de telas gruesas.  Y no hay mejor ejemplo para esta teoría que los beduinos -grupo nómada que habita en los desiertos de Arabia Saudita, Siria, Jordania, Irak e Israel- quienes cruzan el desierto utilizando túnicas negras gruesas en lugar de blancas.  La vestimenta de los beduinos les ayuda a soportar las altas temperaturas del desierto, mismas que pueden superar los 50 grados centígrados. Este grupo suele usar túnicas pesadas y holgadas que absorben el calor pero que por el grosor impide que llegue a la superficie de la piel mientras que circula el aire al interior.  Tras esa explicación, la recomendación es usar ropa negra gruesa y que a la vez esté holgada para que el calor pueda fluir sin que se quede atrapado en nuestros cuerpos.  Ahora que si tu ropa negra es ajustada o ceñida al cuerpo, lo mejor es que esté hecha con telas ligeras, principalmente de algodón, que permitan la transpiración y evaporación adecuada del sudor.  -- Milenio