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06:17 viernes 8 noviembre, 2019
PLUMAS NACIONALESEditorial EL UNIVERSAL / Los estertores de Trump y su guerra en México
La inseguridad y la violencia en la que sobrevivimos son críticas e inocultables. Hechos recientes y en curso así lo evidencian. El cártel Jalisco Nueva Generación emboscó y asesinó a seis policías en Aguililla, Michoacán; el de Sinaloa impidió a tiros y con amenazas que se concretara la detención de un hijo de “El Chapo” Guzmán y, al hacerlo, con la toma de calles y rehenes, ridiculizó al gobierno y al Ejército; otro grupo del narco masacró a seis niños y tres mujeres de la familia mormona LeBarón en una zona limítrofe entre Sonora y Chihuahua; y en la fronteriza Ciudad Juárez, un pretendido traslado de reos dejó un saldo de diez muertos, seis heridos y 15 vehículos quemados. Todo en un lapso de veinticinco días. Es obvio que la estrategia de seguridad de AMLO no muestra resultados. Quizás porque es muy pronto para verlos o quizás porque es la equivocada. Ese es otro debate. Lo que ahora llama la atención es que los hechos referidos, todos de gran impacto mediático, sucedieron en menos de un mes y, todos, de una u otra manera, tocaron fibras estadounidenses. Porque lo de Aguililla y Juárez reforzó el mensaje hacia el estadounidense promedio de que organizaciones criminales controlan su frontera sur y gran parte del territorio mexicano; la finalmente abortada captura de Ovidio Guzmán se realizaba a pedido de extradición de Washington; y los inocentes mormones masacrados eran norteamericanos. Este proditorio crimen dio lugar al ofrecimiento de Trump de apoyar una guerra que aniquile a los cárteles de una vez por todas y a que retomara su narrativa justificadora del muro en la frontera. Desató, además, voces senatoriales y periodísticas estadounidenses que pidieron abiertamente considerar estos hechos como terroristas, para justificar, dentro de los márgenes de su legislación, una intervención armada.
Fuentes de inteligencia militar en nuestro país consideran que hay suficiente evidencia para evaluar si esta secuencia de hechos violentos en tan breve lapso forma parte de una estrategia desestabilizadora elaborada por Washington con dos fines: 1. Retomar los ataques a México para apuntalar la alicaída campaña de Trump por la reelección, cuando el Congreso de su país está por iniciarle un juicio político de destitución conforme se consolidan las acusaciones de que condicionó ayuda a Ucrania a la investigación del hijo del exvicepresidente Joe Biden, acaso el más fuerte de sus contrincantes en la carrera hacia la Casa Blanca; y 2. Presionar más al gobierno de AMLO para obligarlo a aceptar una mayor intervención de sus agencias en México, recuperar la estrategia de la guerra frontal al narco y mantener subordinada a la de Estados Unidos la política de seguridad de México (“La Guardia Nacional y los cárteles inexistentes” https://bit.ly/36OcClF ). ¿Traer su guerra a México serán los estertores de Trump?
Instantáneas
1. Y LOS GOBERNADORES… ¿Dónde están y qué hacen en medio de esta crisis de inseguridad? Porque en Sinaloa, el priista Quirino Ordaz ha buscado por todos los medios permanecer completamente ajeno al “culiacanazo”. Y en Sonora y Chihuahua, ¿acaso garantizan seguridad y vida la también tricolor Claudia Pavlovich y el panista Javier Corral en el corredor fronterizo del fentanilo donde ocurrió la masacre de los LeBarón? ¿Qué hace en Nuevo León el independiente Jaime Rodríguez “El Bronco” ante el aumento de delitos en 42% en lo que va del año; o en Morelos el pesista Cuauhtémoc Blanco con su incremento de 40%; o en el Estado de México el priista Del Mazo con su 18%? ¿Qué hacen los morenistas Cuitláhuac García y Adán Augusto López para frenar la crisis de inseguridad que viven Veracruz y Tabasco? Claro que el gobierno federal tiene responsabilidad en esto, pero los gobernadores, de todo signo, lo han dejado solo.
2. RÉPLICA. A propósito de señalamientos hechos en este espacio, el secretario de Gobierno de Michoacán, Carlos Herrera Tello, aclaró a esta columna que no tiene vínculo familiar ni laboral alguno con la exfuncionaria del estado Jacqueline Gómez Moreno, recientemente detenida en posesión de dos vehículos de lujo relacionados con hechos delictivos.
3. RENUNCIA EN PUERTA. Muy fuerte suena el nombre de Juan Guízar, coordinador de Comunicación Social de Baja California, y no por qué esté pensando en presentarla sino porque más de uno la exige. Guízar es señalado de haber sido quien dio pie a ventilar el video donde aparecen Olga Sánchez Cordero y Jaime Bonilla sin advertir, pequeño detalle, que realizaba una transmisión en vivo.
4. PERIODISMO. Este viernes por la mañana comienzan los trabajos de la Conferencia Latinoamericana de Periodismo de Investigación que ayer inauguraron Olga Sánchez Cordero y la senadora Mónica Fernández. El INAI es la sede este año y coordina la comisionada Blanca Lilia Ibarra. Participan más de 120 periodistas de investigación de 24 países y expondrán trabajos con los que se han destapado relevantes casos de corrupción que han cimbrado a varios gobiernos en el continente. [email protected] / @RaulRodriguezC
OPINIÓN / LeBarón y las armas, focos rojos de Ebrard
Con el peso de la relación bilateral con Estados Unidos y el atroz suceso de la masacre de nueve integrantes de la familia LeBarón, el canciller Marcelo Ebrard convocó a los 12 cónsules de México acreditados en la frontera estadounidense para darles línea de cómo abordar el inquietante y conflictivo tráfico de armas de suelo estadounidense hacia territorio mexicano. Después de lo ocurrido, nos explican, las autoridades mexicanas quieren ahora planear una estrategia de presión al gobierno de Washington para enfrentar el tema y hasta hacer política espejo sobre la tecnología en la frontera. Lo interesante del caso es que ningún funcionario de la embajada de México en Estados Unidos fue convocado. ¿Dará algún resultado a la diplomacia mexicana tratar de responsabilizar a sus contrapartes estadounidenses por el tráfico de armas en el caso LeBarón? Plan con maña de AMLO
Durante su asistencia a la 60 Semana Nacional de la CIRT, el presidente Andrés Manuel López Obrador fue recibido con cierta frialdad por parte de los concesionarios de la radio y la televisión, como si supieran lo que se les vendría encima. Nos dicen que no cayeron nada bien los argumentos que dio el mandatario para reducir los llamados “tiempos oficiales”, a petición de los empresarios de la industria. ¿Por qué?, se preguntará usted. La respuesta es muy simple: el jefe del Ejecutivo tiene su conferencia de prensa mañanera de lunes a viernes, que en promedio dura dos horas, y maneja las llamadas “benditas redes sociales”, que son sus canales para comunicarse con los ciudadanos. En pocas palabras, no pasa nada con el hecho de que se reduzcan los tiempos oficiales, porque AMLO utiliza otros medios para difundir sus mensajes cotidianos. Ah, el Presidente no se quedó a comer con los empresarios, porque ya tenía otra actividad en su agenda…
Senadores, vivillos desde chiquillos
Muy vivillos, senadores se pusieron las pilas para el tema del Presupuesto 2020, al que por cuestiones legislativas no tienen injerencia. Pero sin importarles las facultades, nos dicen, enviaron 56 puntos de acuerdo a los diputados federales para solicitarles que sean considerados algunos municipios, estados y proyectos específicos en la repartición de los recursos para el próximo año. Nos cuentan que la fecha límite para aprobar el Presupuesto es el próximo viernes 15 de noviembre y la siguiente semana la Cámara de Diputados será un mercado, un tianguis de peticiones, de regateos, de manifestaciones y de bloqueos para sacar la mayor raja posible. Las cartas de los senadores a Santa Claus fueron turnadas a la Comisión de Presupuesto y van encaminadas primordialmente a programas relacionados con el sector agrícola y productores de cacao, ciencia, tecnología e innovación y para la creación del Fondo de Infraestructura Municipal.
La ignorancia en San Lázaro
La tijera en San Lázaro está causando estragos en el desempeño legislativo. Nos explican que los diputados recortaron asesores y el nivel de debate e interlocución ha caído por los suelos. Ahora mismo, el análisis del Presupuesto para 2020 se está dando sin datos duros, sin cifras que señalen los excesos. Los legisladores se reunieron con representantes de organismos autónomos con la consigna de denunciar altos salarios y gastos. Así, entre miércoles y jueves quedó en evidencia que hay diputados que no distinguen entre miles y millones de pesos, otros no saben que hay páginas de internet de transparencia presupuestaria y ni quien les asesore cómo buscar. Otros quizá no consultan en internet, con lo que hubieran evitado el papelón, nos comentan.
Frentes Políticos
1. Porro albiazul. El senador Ricardo Monreal tuvo que ofrecer una conferencia para aclarar un supuesto voto doble en la elección del titular de la CNDH luego de una guerra sucia orquestada por Acción Nacional. Nada, la papeleta se desdobló y el efecto visual quiso ser aprovechado por Marko Cortés, líder del PAN. “Es una gran mentira y manipulación la versión del PAN. El león cree que todos son de su condición. Demostraré que son falsas sus aseveraciones”, dijo. El senador Emilio Álvarez Icaza apuntó: “Después de una revisión exhaustiva del video, considero que no hubo dos votos, sino que se desdobló la hoja. Es decir, hubo un solo voto”. Lupita Saldaña, senadora panista, también lo sabía, no hubo “fraude”, pero recibió orden de Cortés, en un chat interno: “Hay que hacerles un desmadre (…) Hay que chingar” a Monreal. “Háganlo pedazos”, les pide. No es de extrañarse el bajo nivel de don Marko. Es su esencia.
2. Justicia histórica. Después de que el Senado la eligió como la primera mujer que presidirá la CNDH, Rosario Piedra Ibarra recordó que ha sido una víctima que por más de 40 años ha pedido justicia. Al preguntarle si le temblaría la mano al hacer una recomendación al Presidente, respondió que no, “por qué me habría de temblar la mano, no titubearía, lo diría porque es por lo que he luchado siempre, no por mantener la figura de alguien, sino por cambiar este país”. En teoría, dadas sus raíces y lo profundo de su lucha y la de su madre, Rosario Ibarra de Piedra se antoja una opción acertada. “Si alguna instancia de este nuevo gobierno incurriera en violaciones a los derechos humanos tendría que señalarlo, y no someterme”, advirtió. Que su militancia en Morena no la condicione o habremos fracasado en la designación. ¡Eureka!
3. Nuevos tiempos. En su discurso en el cierre de la semana de la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión, Andrés Manuel López Obrador afirmó que los tiempos oficiales no son indispensables, pues tiene otros canales para comunicarse con la población. “Un gobierno democrático no necesita de propaganda, ¿para qué tanto?”, expuso. Los tiempos oficiales datan de 1968, cuando el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz exigió espacios para contrarrestar los efectos de la masacre de Tlatelolco. “En nuestro gobierno hay garantías plenas para el ejercicio de la libertad de expresión, y de manifestación de las ideas, reiteró el Presidente. Los medios siempre apostamos a un mejor país. Nadie lo dude.
4. Abriendo cloacas. El punto de acuerdo del diputado capitalino de Morena, Rigoberto Salgado, de investigar las irregularidades en el último proceso de licitación para compra de uniformes en el Congreso local, se amplió para que la contraloría investigue todos los procesos de licitación de los últimos dos años. “Se menciona que hay malos manejos en el Congreso, yo creo que eso nos debe llamar la atención, ¿estamos cumpliendo nuestra obligación constitucional? ¿O estamos en pugnas internas partidistas pasando a la historia como una legislatura anodina?”, cuestionó el diputado local del PRD, Jorge Gaviño. Y expresó: “a mí me da vergüenza que me pregunten por esto ”. Ya era tiempo de que los legisladores pasen de la autocrítica a la acción. ¿cuántos desvíos y fuga de recursos en nombre de la democracia?, ¿algún día pararán?
5. A brazo torcido. Tras 40 horas de encabezar el bloqueo en la carretera federal 175 Ciudad Alemán-Puerto Ángel, los integrantes del Consejo Oaxaqueño de Organizaciones Autónomas y de la Asamblea de Pueblos en Defensa del Territorio, la Educación Pública, Gratuita y los Derechos Humanos, acordaron retirarse después de llegar a acuerdos con el gobierno federal. El miércoles pasado se apoderaron de autobuses del transporte público, camiones del servicio de recolección de basura de la ciudad y de una empresa refresquera, para cerrar la circulación de la vía federal. No conformes, se trasladaron al zócalo, donde instalaron un plantón indefinido. Una vez más los profesionales del chantaje se salen con la suya. Dolor de cabeza permanente para el gobernador Alejandro Murat. Bitácora del director / Un año más… ¿de esto?
08 de Noviembre de 2019 En su conferencia de ayer, el presidente Andrés Manuel López Obrador volvió a manifestarse confiado en que su plan para erradicar la violencia de las ciudades y caminos del país tendrá éxito. Más vale, porque el mandatario no ha abierto siquiera una rendija para una rectificación. Avanzan los días, las semanas y los meses y la inseguridad sigue incontenible. Cuando pensamos que ya hemos visto lo peor, un nuevo horror viene a mofarse de nosotros. No habían pasado siquiera unas horas de que el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana hiciera un corte de caja de la situación, el 14 de octubre pasado, cuando la realidad vino a pasar lista y mostró lo aventurado que es hablar de un “punto de inflexión” en la tormenta criminal que padecemos. Ese día, 13 policías estatales de Michoacán fueron masacrados en una emboscada. Tres días después, para mostrarnos lo perdidos que estamos en el bosque de la violencia, un ejército de sicarios tomó las calles de Culiacán y obligó a las autoridades a doblar los brazos y liberar a un capo recién detenido. Y apenas el lunes pasado, un grupo de mujeres y niños fue víctima de otra emboscada en una brecha. En medio de todo eso, motines carcelarios y ajustes de cuenta hicieron correr más sangre. No ha habido día que no sepamos de cuerpos desmembrados o calcinados en vehículos. Sin embargo, nada ha sido suficiente para alterar el curso de la nave gubernamental. Las críticas son tachadas de hipocresía o etiquetadas como signos de autoritarismo. “Se presentan los casos como lo de Culiacán y lo de ahora, los asesinatos de las familias LeBarón, y brota de nuevo, como el grito de las ranas: ‘Necesitamos fuerza, necesitamos violencia, necesitamos guerra’”, dijo ayer López Obrador. “Nosotros no vamos a cambiar de estrategia”, insistió. “Va aplicándose el plan de transformación, a pesar de todos los obstáculos, de todos los problemas que tenemos que enfrentar. Seguimos avanzando”. ¿Avanzado hacia dónde? Porque las cifras, se diga lo que se diga, no revelan ninguna inflexión. Al contrario, vamos en una ruta de la normalización de la violencia, con el riesgo de que lleguemos a un punto en que 80, 90 o 100 asesinatos al día parezcan parte del paisaje y masacres como la de La Mora no nos estremezcan más porque son la cotidianidad. El Presidente pide tiempo para que su plan dé resultados. “Yo podría decir que ya están las bases de la transformación, pero todavía falta terminar la obra”, dijo ayer. “Estoy planteando que nos va a llevar un año más y que entonces sí va a quedar terminada la obra de transformación”. Un año más. En campaña había dicho que la violencia se acabaría al día siguiente de las elecciones. Luego, que a los tres meses de gobierno sería notorio que las cosas mejoraban. Después, que a los seis meses. Pero llegaron esos plazos y nada. Un año más, a este ritmo de homicidios, son otros 28 mil o 30 mil muertos. Entiendo, respeto y aplaudo que el Presidente se proponga modificar las condiciones de pobreza del país, pero el pronóstico que él hace en el sentido de que en ese mismo proceso se acabará la violencia es una expectativa que se olvida por completo de lo inmediato. De concretarse, sería una victoria pírrica. México necesita una estrategia de corto plazo para frenar la brutalidad criminal. No se trata de recurrir al autoritarismo, sino de aplicar la ley y de usar instrumentos de la procuración de justicia que parecen estarse oxidando, como la inteligencia. Porque, hasta ahora, el mensaje del gobierno de no combatir la violencia con violencia –como si la de los criminales fuese igual a la del Estado– sólo ha dado lugar a la permisividad.