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06:40 lunes 10 diciembre, 2018
PLUMAS NACIONALESEditorial EL UNIVERSAL / La energía que México necesita
Este año se cumplieron 80 años de la nacionalización de la industria petrolera, un sector que ha venido a menos en la última década. En 2017 la producción mexicana cayó por debajo de los 2 millones de barriles diarios, niveles que no se registraban desde 1980, y el descenso no se detiene. Actualmente el país produce 1.8 millones de barriles al día.El declive del sector tiene muchas explicaciones, desde la caída de los precios del crudo y el agotamiento de los yacimientos hasta la falta de inyección de recursos a Petróleos Mexicanos y las obligaciones fiscales de la empresa con las finanzas públicas.La reforma energética aprobada hace más de tres años tenía como objetivo abrir la producción de hidrocarburos a la iniciativa privada —nacional y extranjera—, además de liberar a Pemex de cargas que limitaban su desarrollo.En este lapso poco ha cambiado. Regiones antaño productoras y con auge económico ubicadas en Veracruz, Tabasco y Campeche continúan sumidas en una virtual parálisis ante la nula actividad productiva.En medio de este escenario, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció ayer que en 2019 Petróleos Mexicanos contará con 75 mil millones de pesos adicionales a lo que ejerció este año, con el fin de invertir en explotación y perforación de pozos. Dedicar dinero a un sector que durante años fue clave para el desarrollo nacional es una medida que agradecerán las zonas petroleras que hoy parecen pueblos fantasma y que ayudará a reanimar una industria anquilosada; aunque también significa dotar de amplios recursos a una industria que en el futuro podría quedar rebasada.Desde hace algunos años muchos de los vehículos que se construyen en el mundo no requieren de gasolina para desplazarse, sino de electricidad. Las naciones más avanzadas están apostando a esa tecnología que además es amigable con el ambiente por no producir emisiones contaminantes.Apostar a refinerías y al petróleo tendrá un impacto económico en millones de personas porque —es cierto— la energía producida por restos fósiles todavía es la más utilizada en el mundo, sin embargo no debe hacerse a un lado la inversión en los procesos limpios que implican las energía renovable. Hace casi un siglo México decidió atar su desarrollo al petróleo, el país tiene que prepararse ahora para el futuro. Frentes Políticos I. Lo que haga falta. Hay que aprovechar que los gobernadores están interesados en el proyecto de crear nuevas refinerías en el país. El presidente, Andrés Manuel López Obrador, arrancó su plan para rescatar a la industria petrolera mexicana, anunciando que Petróleos Mexicanos tendrá un presupuesto adicional de 75 mil millones de pesos para 2019 y convocando a los empresarios del país a ganar terreno en el sector a la inversión extranjera. Desde la Terminal Marítima Dos Bocas, presentó el Plan Nacional de Refinación y adelantó que la próxima semana presentará el Programa de Producción Petrolera. Punto neurálgico es bajar el costo de las gasolinas. Que no se pierda de vista. II. ¿Delincuente? Antonio Paz García fue subsecretario de Capital Humano del Gobierno de la Ciudad de México en la anterior administración, con José Ramón Amieva. A la llegada de la nueva administración, y tras un primer análisis, se encontró que tenía 58 plazas que eran ocupadas por sus familiares. Así que desaparecerán. No habrá más aviadores advirtió la jefa del Ejecutivo de la capital, Claudia Sheinbaum. Las plazas a las que se refiere, además, fueron creadas con alevosía y ventaja, en el último semestre. ¿Creyó que nadie se daría cuenta? Una buena condena por nepotismo no le caería nada mal. Se debe llegar a las últimas consecuencias. III. El cinismo y signo de pesos. Fue el ministro Alberto Pérez Dayán quien otorgó una suspensión para que los salarios de los servidores públicos del próximo año no se fijen con la nueva Ley de Remuneraciones para Servidores Públicos y que trae entre dimes y diretes a dos de los poderes. Consideró que si se aplica puede haber afectaciones “irreparables”. Sobra decir que actuó con total parcialidad y en evidente conflicto de interés, ordenó la suspensión de la Ley de Remuneraciones, al aceptar a trámite la acción de inconstitucionalidad presentada por un grupo minoritario de la oposición en el Senado PRI, PAN, PRD Y MC. Su salario asciende a más de cuatro millones de pesos al año. He ahí el porqué. IV. Barbarie. Ayer se realizarían las elecciones suspendidas el 1 de julio en que San Dionisio del Mar, en la región del Istmo de Tehuantepec, cuando el órgano electoral determinó no había condiciones para la celebración del proceso de renovación de la alcaldía debido a disturbios violentos, fue aún peor. Seis policías lesionados, cinco patrullas dañadas, un funcionario electoral encarcelado un par de horas, así como el robo de paquetería electoral, fueron algunas de las causas que llevaron a la suspensión de las elecciones extraordinarias en esta zona de Oaxaca. La lucha entre los grupos antagónicos en uno de los 570 municipios de la entidad es muestra de la poca civilidad. Lástima porque se debe respetar la democracia. V. Otra ocurrencia. Lejos de convertirse en un político serio, al gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, le gana el barrio. Ahora, amenazó que si el gobierno federal decide quitarle presupuesto a su entidad, hará un llamado a los habitantes para no pagar impuestos. “Yo llamaré a los neoleoneses a que no le paguemos impuestos a la Federación; se quedará el país sin dinero. No se trata de eso, no es eso”, declaró. Consideró que Nuevo León debe ser privilegiado porque aporta al país 9% del Producto Interno Bruto y si la entidad crece, el país también lo hará. Lo único que no crece es su calidad moral, señor gobernador.