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06:11 lunes 13 enero, 2020
PLUMAS NACIONALESEditorial EL UNIVERSAL / Insabi: confusión total Se ha asegurado continuamente que el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) atenderá gratuitamente a la población que requiere atención médica pero carece de seguridad social, lo cual, según los propios reglamentos de la nueva institución, no es así, con lo cual se está cayendo en una preocupante falta al proporcionar información a la ligera o al no tomarse en cuenta los lineamientos en los que no entra la gratuidad de los servicios o medicamentos, por ejemplo, cuando el paciente acude a hospitales de segundo o tercer nivel, donde se le informa que deberá cubrir una cuota de recuperación que, si bien se determina tras hacerle un estudio socioeconómico de acuerdo a sus ingresos, no es en ningún modo libre de pago, como se entiende de las aseveraciones expresadas desde antes que el Insabi comenzara a operar. Tampoco se ha explicado que algunos servicios, como estudios médicos especializados y cirugías, requieren hacer un pago que, si bien no es comparable al costo que tendrían en un hospital privado, sí precisa de desembolsar cantidades que es muy probable que personas que no son derechohabientes del sistema de salud, no cuenten con el efectivo requerido. El brindar acceso a los servicios médicos que otorga el estado es una necesidad apremiante pero ciertamente tiene un costo que no se explica a detalle a los potenciales usuarios del sistema, por lo que no informar que lo gratuito es sólo la atención de primer nivel y que entre los medicamentos de acceso libre son sólo algunos de un catálogo básico, es una grave omisión que requiere intervención inmediata de todos los sectores involucrados, comenzando por el propio Insabi y la Secretaría de Salud. Si la intención del gobierno es que se reestructurara el seguro popular bajo el argumento de que ni era seguro ni era popular, antes que todo debió haber delineado todo aquello que el Insabi es y lo que no es, y hacer una campaña de información intensiva dirigida no sólo hacia sus potenciales usuarios, sino comenzar desde casa y explicarlo también entre los propios trabajadores de la salud e incluso funcionarios de dependencias relacionadas, pues a estas alturas, con el instituto ya en funciones, no es comprensible que al interior de la estructura federal ni siquiera los funcionarios tengan una idea clara de los alcances y límites del Insabi, y donde cada quien da una versión distinta de lo que a su juicio e interpretación constituye. Por justicia hacia la sociedad, es necesario despejar todas las dudas. OPINIÓN / Cinco apuntes sobre el tiroteo en Torreón El viernes pasado, un niño de 11 años, estudiante de una escuela particular en Torreón, Coahuila, asesinó a tiros a su maestra, hirió a seis menores más y (presuntamente) culminó la balacera matándose. El acontecimiento ha enlutado a la región lagunera y ha provocado una búsqueda desesperada de explicaciones en todo el país ¿Por qué sucedió algo así? ¿Pueden repetirse eventos similares en otras escuelas y en otras ciudades? ¿Qué se puede hacer para prevenir otros tiroteos escolares? No tengo una buena respuesta a esas interrogantes, pero permítanme ensayar algunos apuntes a bote pronto: 1. Hechos como los de Torreón son realmente excepcionales en México. En una búsqueda hemerográfica, solo pude hallar cinco casos similares de 2000 a la fecha. El más reciente ocurrió en 2017 en Monterrey. En contraste, tan solo en 2019, se registraron casi 50 tiroteos escolares en Estados Unidos. La diferencia probablemente estriba en el fácil acceso a armas de fuego en el país vecino. 2. Dada la escasez de casos análogos, la explicación del tiroteo en Torreón probablemente no se ubique en procesos sociológicos amplios. La respuesta inicial del gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme, atribuyendo la responsabilidad por los hechos a un videojuego, es particularmente absurda. Los juegos de video, algunos con contenido extraordinariamente violento, son consumidos por millones de niños y adolescentes. Solo unos cuantos agarran a tiros a sus maestros o compañeros de escuela. Lo mismo vale para otras explicaciones de gran angular. Por ejemplo, miles de niños en La Laguna vivieron en un entorno de alta violencia entre 2010 y 2012, pero solo uno llevó dos pistolas a su escuela. 3. La excepcionalidad del hecho debería de convocar a la prudencia a la hora de diseñar una respuesta de política pública. Un programa masivo como Mochila Segura, además de violatorio de los derechos constitucionales de los estudiantes, es un mecanismo muy caro y poco eficiente para enfrentar un problema que se presenta con bajísima frecuencia. Entre otras cosas, al tratar a todos los niños, niñas y adolescentes como presuntos criminales, se rompen los vínculos de confianza entre autoridades escolares, maestros, padres de familia y estudiantes, haciendo más difícil la detección temprana de casos realmente problemáticos. 4. Señalar que los tiroteos como los de Torreón son un fenómeno extraordinario no implica negar la realidad de la violencia escolar. Ese sí es un problema de enormes alcances: en 2014, el INEGI estimó que 1.36 millones de jóvenes entre 12 y 18 años, distribuidos en 47 zonas urbanas, sufrieron alguna forma de acoso escolar o bullying. Atajar esas formas de violencia es una tarea urgente, pero eso pasa por fortalecer los vínculos entre escuela y padres de familia y capacitar a los docentes en prevención de las violencias, entre otras medidas, no por revisar mochilas. 5. Eventos como el del viernes son recordatorios de la urgencia de atender problemas de salud mental, tanto en menores de edad como en adultos. Según datos de la Secretaría de Salud, uno de cada cuatro adolescentes enfrenta algún padecimiento de salud mental entre los 12 y los 18 años. Menos del 15% recibe atención adecuada. La salud mental representa solo 2% del gasto total en salud. En ese contexto, detectar a tiempo casos problemáticos como el del niño de Torreón se vuelve extraordinariamente complejo. En resumen, el tiroteo de Torreón es un hecho excepcional. No va a haber muchos más casos similares. Sin embargo, podría servir de catalizador para enfrentar de mejor manera los problemas de violencia escolar y facilitar el acceso a servicios de salud mental.
Frentes Políticos 1. Venganza inoportuna. El gobernador Diego Sinhue Rodríguez reveló que para este año la Federación aplicó un recorte por mil 500 millones de pesos para la operación del sistema de salud en Guanajuato. Así que advirtió que la Secretaría de Salud estatal dejará de atender a todos los derechohabientes del IMSS o del ISSSTE. Y no sólo eso: “Vamos a dejar de atender a gente de otros estados, porque no hay recursos, salvo urgencias vamos a atender a gente de otros estados o del extranjero, con la pena, tendremos que brindar solamente el servicio a los guanajuatenses”. Recalcó que se atendía a gente de otros estados sin problema alguno, pero ahora, bajo la nueva política, la situación tendrá que cambiar. El insensible del año. ¿Y así se dice gobernador? 2. Hasta creen. El secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Alfonso Cepeda Salas, informó que Elba Esther Gordillo no tiene derechos dentro del sindicato porque dejó de pagar sus aportaciones, por lo tanto, no puede participar en los procesos internos para renovar ocho dirigencias seccionales que se realizarán en unos meses. “Nuestros estatutos establecen que es miembro activo de la organización quien aporta el 1% de su salario para el sostenimiento del sindicato. Si desde hace años y, particularmente, desde hace 10 meses no se ha entregado esta cotización, pues, obviamente, no se tienen condiciones para poder participar en este momento”, puntualizó. Se olvida de que doña Elba Esther fue la líder sindical con mayor poder durante décadas y basta con que lo quiera para regresar. Unos pesos no la detendrán. 3. Osote. La cantante mexicana Flor Amargo denunció que personal del ayuntamiento de Guadalajara, junto con policías, se llevaron sus instrumentos. Y aunque el gobernador Enrique Alfaro asegure que respetará el trabajo de los creadores, el asunto tuvo que escalar a niveles que sólo dejan mal paradas a las autoridades de Jalisco. La escritora e investigadora Beatriz Gutiérrez Müller le exigió al Ayuntamiento “devuelva, por favor, sus instrumentos y bocinas de Flor Amargo. El arte transforma, por ello, ocúpense más de los delincuentes y violentos, antes que de los artistas que dignifican lo mejor del ser humano”, escribió. La esposa del Presidente publicó otro mensaje en el que le muestra su afecto a los artistas callejeros. Una pizca de criterio les habría evitado el ridículo. Pero es mucho pedir. 4. El lado fácil de la política. Juan Carlos Romero Hicks, coordinador de los diputados del PAN, exigió al presidente Andrés Manuel López Obrador recorrer los hospitales del país para que se dé cuenta de que el Instituto de Salud de Bienestar (Insabi) es un “fracaso”. Lo convocó para que la visita sea sin maquillaje, agenda ni la intervención de funcionarios “estorbo” y se dé cuenta del fracaso que ocasiona “zozobra y angustia entre la población”. Además, consideró injusto que “los enfermos paguen el precio de la improvisación e irresponsabilidad de los administradores del gobierno federal”, postura que suscribieron los cinco diputados panistas que integran la Comisión de Salud. Romero Hicks declaró que, como oposición constructiva, están del lado de los ciudadanos. El programa tiene 13 días de implementado. Demasiado rápido para tanto griterío, ¿no? 5. Orden. La fracción parlamentaria de Morena en la Cámara de Diputados buscará elevar a rango constitucional los programas sociales que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador, así como la prohibición de las llamadas de bancos a los teléfonos particulares de los usuarios. El diputado Mario Delgado, coordinador de la bancada, informó que, en la última semana de enero, la fracción definirá la agenda que impulsará en el próximo periodo ordinario de sesiones. Apuntó que serán los días 29, 30 y 31 de enero cuando establecerán sus prioridades, entre las que estará la Constitución de los Derechos Sociales que atienden ahora los programas para el bienestar. Primero háganlos funcionar y luego piensen en lo demás. No al revés.