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06:15 viernes 15 noviembre, 2019
PLUMAS NACIONALESEditorial EL UNIVERSAL / CNDH: ¿qué viene?
La elección de titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos en el Senado, el pasado 7 de noviembre, fue blanco de severos cuestionamientos debido a que votaron 116 senadores, pero solo se contabilizaron 114 votos, según la oposición. Al elegir esta última cifra, uno de los aspirantes obtuvo las dos terceras partes; si se hubiera adoptado el número 116, ninguno de los aspirantes habría logrado las dos terceras partes requeridas por la ley para asumir el cargo de ombudsperson y tendría que haberse propuesto una nueva terna. El punto que polarizó la elección fue si las dos terceras partes tenían que obtenerse a partir de los miembros presentes (como lo enuncia la normatividad) o de los votos válidos. La fracción mayoritaria dio por bueno el resultado y avaló el proceso. Las acusaciones de fraude y de ilegalidad rodearon desde entonces el resultado. Con el fin de “asegurar que los nombramientos resueltos por la Cámara de Senadores doten de la más amplia legitimidad a los órganos a los que se refieren”, el senador Ricardo Monreal, coordinador de los senadores de Morena, planteó este martes reponer el proceso en que se eligió a la presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
La propuesta parecía una oportunidad para demostrar una actitud diferente de lo que debe ser una mayoría legislativa. No ejercer un poder aplastante, sino saber escuchar, dialogar, negociar y rectificar. Al final, en la votación ante el pleno, el planteamiento para repetir el proceso de elección fue rechazado. Luego de más de siete horas de debate y al borde del enfrentamiento físico, se tomó la protesta a Rosario Piedra Ibarra para que a partir del viernes 15 de noviembre encabece la CNDH. El de anoche no fue el mejor escenario para quien estará al frente de una institución que nació como una necesidad para un México de legalidad y que ha costado años consolidar. El riesgo de que el nombramiento se judicialice ante instancias nacionales e internacionales añadirá presión a su ejercicio. La tarea que la próxima ombudsperson tiene por delante se mira complicada, al ser la CNDH un organismo que investiga a las autoridades federales cuando se presentan denuncias por violación de los derechos humanos. Esta gestión será probablemente la más polémica y vigilada en los casi 30 años de historia de la Comisión. El triunfo o fracaso dependerá exclusivamente de la imparcialidad de sus acciones y decisiones. OPINIÓN / Rosario Piedra ya es cartucho quemado Dos días lleva como defensora nacional de los derechos humanos y Rosario Piedra Ibarra ya es un cartucho quemado. No por su trayectoria sino por la manera en que llegó. Una dudosa elección senatorial —si no es que mañosa o hasta fraudulenta—, coronada por una juramentación vergonzosa, indigna de una representación federal, la parió sin la fuerza de la legitimidad, como sin credibilidad de origen la dejó el hecho de ser legalmente inelegible, por haber ocupado un cargo de dirección partidista al que no renunció un año antes de su designación. De manera que, sin animadversión ideológica alguna, puede colegirse que la hija de doña Rosario Ibarra de Piedra dejó de ser funcional para el cargo al momento mismo de iniciarlo. ¿Le van a creer sus defendidos?, ¿la van a respetar quienes ejercen el poder? Pero aun en medio de semejante embrollo, AMLO tiene frente así una oportunidad de oro para demostrar que es congruente con la honestidad personal e intelectual sobre la que sustenta la autoridad moral de la que tanto hace alarde. ¿Cómo? Dejando de lado el ostensible apoyo político que ha dado a Piedra Ibarra (con el argumento, válido sin duda, de que sea por primera vez una víctima quien encabece la CNDH) y enviando la señal de que, conforme a la ley, se corregirá o repondrá ese cuestionado proceso electivo. Aferrarse, como lo ha hecho en otros temas y asuntos, en nada le ayudaría a su causa y dañaría inconmensurablemente a la defensoría de los derechos humanos. Con la elección de la Ombudsman nacional, chocaron en el Senado dos posiciones ideológicamente confrontadas. Después de dos votaciones plenarias en las que Piedra Ibarra no alcanzó la mayoría calificada (dos terceras partes de los votos de los presentes), una tercera, con sorpresivo resultado, apenas y se la dio. Los senadores del PAN denunciaron fraude en la votación e intentaron documentarlo con un video. La mayoría de Morena, con su líder y presidente de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal desmontaron, también con video, la acusación original, y denunciaron una instrucción precisa del panismo de “armar un desmadre”. Los blanquiazules contratacaron con el argumento de que solo se contaron 114 votos de los 116 depositados en las urnas. Morena respondió que se escrutaron 114 cédulas y no un sobre y una papeleta en blanco misteriosamente depositadas. El PAN no cedió y se preparó para impedir la toma de protesta. Monreal planteó nueva elección, con la misma terna. Dio el argumento que debió haber prevalecido: escuchemos la voz de la minoría. Pero la mayoría de Morena lo rechazó y aplastó la moción. ¿Qué teníamos entonces? Una mayoría intransigente aferrada en imponerse y una minoría, perversa y dolida, aferrada en evitarlo. El choque de los duros de uno y otro bando o, como dice la voz popular oaxaqueña cuando colisionan dos necios, “ahora si se juntó piedra con coyol”. Si AMLO hace lo que está en sus manos y facultades para facilitar que se limpie este triste episodio, estaría siendo congruente con su historia misma. Él pidió en 2006, tras la elección presidencial de ese año, el recuento voto por voto de lo que a su juicio fue un fraude electoral y, a la larga, factor decisivo para que ganara la presidencia en 2018. Su demanda le fue negada por razones leguleyas, coma ahora se niega la reposición del proceso para la CNDH. Felipe Calderón rindió protesta en una sesión legislativa tan vergonzosa como la que vimos el martes pasado en el Senado y que marcó la ilegitimidad con la que llegó al poder y que orientó, para bien o para mal, las decisiones tomadas durante su mandato. AMLO y la mayoría de Morena que entonces se batieron para evitarlo, como ahora lo han hecho los senadores panistas, tienen aún la oportunidad de quitarse esa mancha de ilegalidad. No hay ganador alguno con la designación de Rosario Piedra Ibarra como presidenta de la CNDH y sí un gran perdedor: el mexicano común. La gente, pues, que muy explicablemente, no creerá en sus resoluciones ni dispensará autoridad moral a quien la preside. A ese gran perdedor se suman otros: AMLO, por supuesto, el gobierno de la 4T, el PAN y sus senadores y el propio Ricardo Monreal a quien las imágenes de la sesión senatorial en la que Rosario Piedra Ibarra rindió protesta entre empellones y tacleadas de sus pares, lo mostraron, junto con Cristóbal Arias y Germán Martínez como niños burlándose de los perdedores, triste evocación de la famosa “roqueseñal”, aquella que dejó ver el diputado priista Humberto Roque Villanueva cuando el 17 de marzo de 1995, los diputados nos la dejaron caer con un aumento del IVA. Hoy como entonces se juntó la piedra con el coyol. [email protected] / @RaulRodriguezC
Frentes Políticos
1. Intercambio de ideas. Parte de la estrategia para abatir a la delincuencia está en marcha. Alfonso Durazo, secretario de Seguridad Pública, se reunió con alcaldes con quienes comparte el compromiso de la seguridad. Más de 40 ediles intercambiaron experiencias de éxito. Coincidieron en que la seguridad pública es y debe ser una acción que el Estado mexicano debe enfrentar, es decir, los tres niveles de gobierno, los tres Poderes y la sociedad en su conjunto, sólo así se abatirá la inseguridad. Se escucharon más de 20 testimonios y Durazo tomó nota puntual de cada uno de los planteamientos. Conocer la problemática de los municipios es vital para dar los siguientes pasos. El secretario dio respuesta a las inquietudes y se comprometieron a trabajar conjuntamente. Que este compromiso se extienda no sólo a los alcaldes, sino también a cada mexicano desde su trinchera. Sólo así.
2. Investigación en puerta. La SEP debe investigar cómo se emplearon los 23 mil millones de pesos que de 2014 a 2018 fueron destinados a los gobiernos de los estados y de los que no hay rastro, aseguró el presidente Andrés Manuel López Obrador. La organización Mexicanos Primero detectó que durante cinco años se destinaron esos recursos a través de la partida Apoyo a Centros y Organizaciones de Educación, de la que no había reglas de operación y su uso fue discrecional. Aunque, por otro lado, ese programa ha sido permanentemente fiscalizado por la ASF, la cual emitió diversas recomendaciones para su operación, las cuales fueron observadas por la SEP. Por ejemplo, en 2017 recomendó formular los “Lineamientos” para la operación de ese programa, y estos entraron en operación en 2018. En fin, todo esfuerzo tendiente a transparentar los dineros es bienvenido.
3. Todos los que son. Para acabar de una vez con los dimes y diretes en el proceso de sucesión de líder en Morena, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ordenó a la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia contestar las quejas de dos militantes que solicitaron saber si se encuentran en el padrón de militantes de Morena, ya que ese documento no se ha hecho público para su consulta. Además, los magistrados decidieron que el magistrado del Tribunal de la Ciudad de México, Armando Ambriz Hernández, debe percibir el mismo sueldo que sus homólogos, aunque existan determinaciones de austeridad dictados por el gobierno de la Ciudad de México. Mucho mejor para los morenistas que se cuenten, porque ni son todos los que está ni están todos los que son. Y así, pues cómo.
4. Grotesca realidad. Si una persona le provoca lesiones a una mujer que generen deformaciones o pérdida de un miembro pasará de 9 a 12 años en la cárcel, como lo establece el dictamen que se aprobó en comisiones unidas en el Congreso capitalino y deberá ser sometido a votación en el pleno. “Se establecen como agravantes de este delito la razón de género y el usar ácido en una agresión; se trata de una iniciativa que se presentó en el pleno hace muchos meses, aquí vinieron las víctimas y expusieron su problemática, y éste es un día importante para ellas”, dijo la diputada local del PVEM, Alessandra Rojo de la Vega, quien propuso esas agravantes. Lo bueno: imponer penas acordes a la gravedad de las agresiones. Lo malo: que como sociedad hayamos llegado a estas atrocidades.
5. El huevo o la gallina. Durante el banderazo de salida del operativo del Buen Fin, el secretario de Seguridad Pública de Nuevo León, Aldo Fasci, lanzó un llamado a la ciudadanía para que si compran televisores y pantallas, no vean la serie de El Chapo. Añadió que espera que vean otras cosas los niños y no esa serie sobre el famoso narcotraficante. Creen que con estos consejos y la venta del dron que nunca sirvió baje la delincuencia en la entidad. Ahora el Secretario de Seguridad informa que ya encontraron un cliente que quiere comprar la polémica aeronave. Si funcionarios como él hicieran su trabajo, series de narcos no existirían. Mejor pónganse a trabajar.