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06:19 miércoles 22 mayo, 2019
PLUMAS NACIONALESEditorial EL UNIVERSAL / El IMSS y la austeridad
El Instituto Mexicano del Seguro Social acumula años de atraso. No son de ahora los desabastos de medicamentos, las largas esperas para programar una cirugía ni las escenas de pacientes en el área de urgencias acostados en el suelo porque no hay camas suficientes. Germán Martínez Cázares presentó ayer su renuncia a la dirección del IMSS y, como en pocas ocasiones en la vida política mexicana, el funcionario hizo pública una carta en la que expone con detalle los motivos de su decisión. Entre las razones, enuncia “injerencia” de la Secretaría de Hacienda para ordenar “ahorro y más ahorro, recortes de personal y más recortes de personal”. Una de las políticas centrales del gobierno federal es la llamada austeridad republicana, incluso a finales de abril se aprobó en la Cámara de Diputados la Ley Federal de Austeridad que elimina bonos especiales, seguros de gastos médicos o asignar regímenes especiales de jubilación para los servidores públicos. Nadie puede estar en desacuerdo con cortar los derroches y privilegios característicos de la alta burocracia de gobiernos anteriores. La preocupación surge cuando se intenta generar ahorros en sectores tan castigados como los servicios de salud. La situación en clínicas y hospitales públicos no es de abundancia sino de carencias. ¿Cómo exigir que esas instituciones se aprieten más el cinturón? ¿A costa de la ya deficiente atención? ¿Qué faltaría aún por ver en el drama diario de los derechohabientes del IMSS si los recursos se reducen más? El funcionario saliente hace señalamientos puntuales sobre el deterioro del Seguro Social que merecen también una respuesta detallada, sea para señalar imprecisiones o para reconocer la situación. En las últimas semanas denuncias de usuarios del sistema público de salud van en el sentido de lo señalado por Martínez Cázares, entre ellas la falta de medicamentos para atender a enfermos de VIH. Este diario documentó hace dos semanas la escasez de material para las tareas diarias de enfermeras y médicos en el Sector Salud de Oaxaca. Tanto en un eventual recorte al IMSS como en la falta de ampliaciones presupuestales los afectados no son unos cientos, se cuentan por millones y va de por medio su salud y su vida. La austeridad no puede tocar instituciones en las que los más desamparados reciben atención. Lo sensato es que se les asignen más recursos no quitárselos.
OPINIÓN / Suprema Corte y Senado, topes a la 4T Quienes han expedido acta de defunción a los contrapesos y a la autonomía de poderes en el gobierno de AMLO toparon el lunes y ayer con dos fuertes señales que los refutan: La resolución de la Corte que declara inconstitucionales dos artículos de la Ley de Remuneraciones y el acuerdo parlamentario del Senado que abrió la puerta a la aprobación, con modificaciones consensuadas, de las leyes reglamentarias de la Guardia Nacional. Tal es el fondo interpretativo de las dos noticias, aunque cada una de ellas tenga significados y consecuencias muy precisas. El pleno de la Corte, tras una semana de debate, alcanzó la mayoría calificada de ocho votos para declarar inconstitucionales partes de los artículos 6 y 7 de la ley que reduce los salarios de los funcionarios públicos para situarlos por debajo de los del presidente. Comentábamos aquí el 5 de mayo pasado (http://cort.as/-IVkU), que la Constitución, tras una reforma de Felipe Calderón, establece que ningún servidor público puede ganar más que el presidente (artículo 127). Eso es lo que plantea la ley de Remuneraciones, por lo que no puede ser inconstitucional. La Corte, sin embargo, consideró que la determinación del sueldo del presidente se hace de manera arbitraria, discrecional, sin un procedimiento objetivo e integral, lo que viola disposiciones de ese mismo artículo. Por eso ordenó al Congreso fijar los criterios de ese procedimiento en un plazo no mayor a 90 días, lo que permitirá armonizar el llamado “tope salarial” con el principio de división de poderes. Solamente se declararon inconstitucionales partes de esos dos artículos, no toda la ley que sigue siendo parte del orden legal. No habrá, por lo pronto eventuales efectos en el Presupuesto 2019 y es previsible que los nuevos criterios aplicarán hasta el de 2020 donde, cosas de la vida, AMLO podría recibir un aumento salarial. Lo que sí debe esperarse es que la resolución de marras marcará a jueces y magistrados una línea de acción que, eventualmente permitiría conceder los amparos bien fundados de entre los más de 21 mil interpuestos hasta la fecha, y fijará un claro criterio a la ministra Yasmín Esquivel Mossa en la elaboración de la propuesta de resolución que deberá elevar al pleno tras los nuevos juicios de inconstitucionalidad interpuestos por un grupo de senadores y la CNDH, ya que las impugnaciones apenas resueltas, no consideraban los cambios sufridos por esa ley después de que presentaran su primera demanda. Por el lado del Legislativo, los coordinadores parlamentarios de todas las fuerzas políticas representadas en el Senado lograron un acuerdo unánime que abrió la puerta a la aprobación ayer de las cuatro leyes reglamentarias de la Guardia Nacional: la orgánica del nuevo cuerpo de seguridad, la del uso de la fuerza pública, la que cambia la del Sistema Nacional de Seguridad Pública y la del registro de detenciones. Tras 40 días de revisión y la incorporación de recomendaciones de organismos internacionales y de la sociedad civil, los senadores modificaron 70 por ciento de las propuestas hechas por el Ejecutivo para no dejar asomo de duda respecto al carácter civil de la Guardia y de su mando, ni de la obligación para quienes la conformen de estar funcionalmente separados de las Fuerzas Armadas. Por eso le digo que son dos fuertes señales sobre la autonomía de poderes y la vigencia de los contrapesos, en medio de la inocultable incertidumbre generada por el cambio que se vive en el país. Instantáneas: 1. SACUDIDA. Más allá de constituir una ruptura en el gabinete de AMLO materializada en renuncia por primera vez en su gobierno, la de Germán Martínez al IMSS obliga a preguntarnos: ¿Qué tan enfermas están sus finanzas?, ¿realmente se trabaja para curarlo?, ¿por qué el denunciado descuido de Hacienda? 2. GUERRA. Las fisuras en el gabinete también se dejan sentir en el SAT donde fuentes del organismo aseguran que se ha desatado una guerra. De acuerdo con esas versiones hay un fuerte enfrentamiento entre la titular Margarita Ríos Farjat y el administrador general de Aduanas, Ricardo Peralta Saucedo. Se dice que éste último está más preocupado por promoverse que por el correcto flujo del comercio exterior en las aduanas del país. En medio del choque ya se habla de un relevo en Aduanas y se menciona a Pedro Canabal, con larga trayectoria hacendaria. En el propio SAT fue administrador de Planeación y Programación del Comercio Exterior. 3. DISTANCIA. Quien al parecer ha sido alejado del primer círculo de AMLO es el ingeniero José María Riobóo. Dicen los que saben que el secretario de Comunicaciones, Javier Jiménez Espriú lo ha sacado por completo del proyecto del nuevo aeropuerto de Santa Lucía no obstante de que fue uno de sus principales impulsores. 4. REMATE. Aquí le conté que el hoy director del Grupo Aeroportuario, Gerardo Ferrando Bravo fue acusado de un fraude cometido cuando fue director de la Facultad de Ingeniería de la UNAM. Una colaboradora que habría estado cerca de las presuntas maniobras es Eloísa Lara. Ella se va a ocupar de la venta de todo el material ya adquirido para la construcción del cancelado aeropuerto de Texcoco. Es como poner a la iglesia católica en manos de Lutero. 5. DESCUIDOS. Ayer circularon profusamente en redes sociales fotografías que evidencian el descuido y falta de profilaxis en el reparto de los medicamentos retrovirales indicados contra el VIH-Sida. Ejemplifican con ellas lo que viene ocurriendo tras el veto a las principales empresas distribuidoras de medicinas. Y contrastan con fotos que muestran los rigurosos protocolos con que éstas lo hacían.
Frentes Políticos 1. Cochinero propio. En el Estado de México, los morenistas juegan al canibalismo. Tras desacuerdos por la aprobación del refrendo vehicular, diputados tuvieron un desencuentro que los llevó a la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia del partido, encabezada por Héctor Díaz Polanco, quien anunció, respaldado por Gabriela Rodríguez Ramírez, Adrián Arroyo Legaspi y Víctor Suárez Carrera, la inhabilitación de 32 de sus 36 diputados locales para que no sean postulados como candidatos a cualquier cargo público durante seis meses. Su pecado fue autorizar un incremento de 17 por ciento al refrendo 2019. Era cuestión de tiempo: hicieron a un lado a los morenistas comprometidos en el Edomex y metieron a sus amigos. Aprovecharon su mayoría y se desmoronan solos. 2. Fuertes declaraciones. Germán Martínez sacudió las estructuras del nuevo gobierno con su renuncia inesperada y con una carta en la que acusa a funcionarios de Hacienda de querer hacer un uso pernicioso de los recursos del instituto. Cinco meses duró al frente el expanista antes de decir adiós. Y por supuesto levantó suspicacias, primero, porque se va en medio de una crisis de desabasto de medicamentos y quizás prefiera verla desde la comodidad de su hogar; pero lo más grave es que no dio nombres de quienes lo obligaron a redactar la misiva que deja entrever que no todos los funcionarios del gabinete caminan con la misma dignidad, compromiso y buenos propósitos que pide el presidente Andrés Manuel López Obrador. Si hay congruencia, varios funcionarios deberán ser echados próximamente.
3. Todos convencidos. Se tardaron, pero finalmente los legisladores alcanzaron la unanimidad, y aprobaron en lo general y en lo particular el dictamen por el que se reforma la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública; así como las leyes reglamentarias de la Guardia Nacional. En la construcción de las leyes secundarias, los senadores convencieron o fueron convencidos. Para ellos, cuya única abstención fue la del senador independiente Emilio Álvarez Icaza, eso es hacer buena política. Pero ello sólo se sabrá cuando la GN esté dotada de todas las herramientas y ayude verdaderamente a encontrar la paz. “¡Le cumplimos a México!”, se ufanan. Calma. Por ahora, lo único que hay que celebrar es que levantaron la mano.
4. Futuro promisorio. Es verdad que los cambios tan profundos no se logran de la noche a la mañana, pero Octavio Romero Oropeza tiene el encargo más importante del sexenio. El director de Pemex deberá colocar a la petrolera nuevamente como la palanca del desarrollo nacional. De acuerdo con los planes presidenciales, esto deberá ocurrir a partir del 2022. Según la estrategia para elevar la producción de combustibles en el país, hacia la mitad del actual sexenio, se contará al menos con 2 millones 700 mil barriles diarios de crudo, que son 500 mil barriles más de los estimados como meta. Conforme a López Obrador, Pemex va a ser fortalecida de aquí al 2021. Buenas nuevas: la Secretaría de Hacienda dejará de exprimir a la petrolera y eso ya es ganancia. 5. Mala broma. Fernando Vilchis, alcalde de Ecatepec, Estado de México, se voló la barda. Develó en la explanada municipal una escultura con las letras “ECATEPEC” con el diseño de los Pueblos Mágicos del país, y aunque los primeros reportes afirmaron que se trataba de un autonombramiento por parte del gobierno municipal, el letrero, dijo, fue únicamente para “promover la identidad del municipio”. Actualmente, es considerado uno de los más peligroso; es la zona más poblada del Estado de México y la segunda con mayor cantidad de habitantes en todo el país. Sus 104 homicidios dolosos, 34 homicidios culposos, 573 robos a transeúntes en vía pública, 861 casos de robo en transporte público, 513 por robo a negocio y 114 por narcomenudeo en este cuatrimestre no tienen nada de mágico, don Fernando Vilchis. ¿A quién quiere engañar? Bitácora del director / Injerencia perniciosa
Ayer, Germán Martínez se convirtió en el más efímero director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en los 76 años de la dependencia. Estuvo apenas 169 días en el cargo. Menos que el primer encargado del IMSS, Vicente Santos Guajardo, quien calentó la banca durante un año para el fundador de la institución, Ignacio García Téllez, secretario del Trabajo del presidente Manuel Ávila Camacho. También duró menos que Sealtiel Alatriste, quien asumió la dirección general en el inicio del sexenio del presidente Gustavo Díaz Ordaz, pero fue removido, en enero de 1966, luego de culpar a su predecesor, Benito Coquet, de haber causado problemas al IMSS, lo que se interpretó como una crítica de Díaz Ordaz a su antecesor, Adolfo López Mateos. De la larga carta de renuncia de Martínez podemos desprender que hay grupos en pugna dentro del gobierno federal, algo que se viene comentando desde hace algunas semanas. El michoacano identifica a unos como tecnócratas “neoliberales” y a otros como “revolucionarios”. Si nos atenemos a sus palabras, el famoso pleito entre los llamados “chairos” y “fifís” se vive en las filas del oficialismo. Martínez se queja del yugo que los “neoliberales” de Hacienda que tienen sobre las finanzas del IMSS, lo cual no permite realizar la transformación del instituto “como lo ordena el Presidente”. En su opinión, “algunos funcionarios de la Secretaría de Hacienda tienen una injerencia perniciosa en el IMSS y ponen en riesgo la vocación igualitaria, de justicia y, concretamente, de prestación de servicios de salud que tiene el Seguro Social”. Como en todos los pleitos, habría que escuchar la versión de la contraparte para otear la verdad. No me queda claro si se trata de un problema ideológico, de operación política o de egos o una combinación de las tres cosas. Lo cierto es que la estrategia lopezobradorista de atraer a su coalición a personas de origen y pensamiento distinto podría estar haciendo agua. Sin duda, el frente electoral que armó –y que califiqué durante la campaña como un peronismo a la mexicana– permitió a Andrés Manuel López Obrador ganar la Presidencia. No obstante, la interacción de esas distintas personalidades, por más que tengan en el Presidente a un líder indiscutible, está sacando chispas. La carta de Martínez revela que hay un serio problema contable en la administración federal. El dinero es escaso para el tamaño de las promesas que hizo López Obrador. El renunciante acusa a Hacienda de “desviar a otros fines” los ahorros del IMSS (no dice a cuáles). Abunda que “ahorrar y controlar en exceso el gasto en salud es inhumano, pues “llega a escatimar los recursos de los mexicanos más pobres”. Y, como buen abogado que es, advierte que “nadie, en su sano juicio, se hará cargo desde el IMSS de instrucciones y resoluciones falladas (tomadas) sólo en la Secretaría de Hacienda”. La carta da datos para entender la renuncia como resultado de la desviación de los objetivos de la Cuarta Transformación, pero también como una advertencia a tiempo de los efectos que está provocando la política hacendaria, que no ayuda al IMSS a aumentar las cuotas que recibe –“es indispensable una labor tributaria eficiente”– y que expone al instituto a litigios que le ocasionen “cuantiosos daños patrimoniales”. Se trata de la renuncia más relevante que se ha dado hasta ahora en el gobierno federal. Lo que opine sobre ella el Presidente de la República será ilustrativo de cómo se halla la correlación de fuerzas dentro del oficialismo.