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06:23 jueves 26 marzo, 2020
PLUMAS NACIONALESEditorial EL UNIVERSAL / Brasil y México frente a la pandemia, un discurso letal
Dos presidentes que no creen en la pandemia. Mientras el mundo entero busca desesperadamente aplicar medidas para contener el contagio del coronavirus, Jair Bolsonaro, en Brasil, y López Obrador, en México, se toman su tiempo para hacer bromas y negar la realidad. El martes pasado el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, criticaba en cadena nacional las medidas de confinamiento adoptadas por diversos gobernadores y llamaba “gripita” a la pandemia. Aseguró que no había necesidad de cerrar escuelas, pues los más afectados por Covid-19 son las personas mayores de 60 años. En México, el presidente López Obrador ha pasado por diversas etapas en el discurso, sin embargo, a pesar de que el país ya se encuentra en fase de contagio local sigue sin tomar en serio las medidas de aislamiento social recomendadas por los expertos. Ambos presidentes comenzaron por minimizar el problema y con ello, desautorizar las medidas primero preventivas y luego de mitigación (en el caso de Brasil) para contrarrestar el crecimiento de contagios que suele ser exponencial. Curiosamente, a pesar de provenir de alas ideológica y políticamente distintas, ambos presidentes sostienen el mismo argumento: el aislamiento social y la consecuente crisis económica que provocará serán más costosos para los más pobres que las muertes provocadas por la pandemia. Esta narrativa pareciera encontrar sustento en los diversos artículos y opiniones que ha vertido el doctor alemán Wolfgang Wodarg, expresidente de la Comisión de la Salud del Consejo de Europa, quien en diversos artículos ha criticado abiertamente las medidas de aislamiento social implementadas en todo el mundo asegurando que el nuevo coronavirus no es más letal que el virus de la influenza y que no existen datos que permitan sostener que lo que enfrenta la humanidad hoy, sea una pandemia distinta a los contagios de gripe normales que se viven año tras año. Ante lo que ocurre hoy con el Covid-19, el doctor Wodarg ha sido particularmente crítico con la aplicación de pruebas para detectar los contagios. Desde su perspectiva, no hace ninguna diferencia, debio a que de cualquier forma las personas se van a contagiar y esos contagios en la mayoría de los casos tendrán pocos o nulos síntomas. Señala que “entre más pruebas se hagan, más contagios se encontrarán”. Sin embargo, en algún punto de la narrativa las cifras no cuadran, particularmente las de los muertos. Los sistemas de salud en el mundo están acostumbrados a lidiar, temporada tras temporada con casos de contagio de influenza y gripe estacional, muchos de ellos que se agravan y requieren hospitalización. Muchos de ellos morirán. Lo que actualmente ocurre en Italia, con los sistemas de salud colapsados y un número de muertos que ha superado los 6 mil (llegando a tener casi 800 en un sólo día) en tan sólo un mes, con las morgues saturadas y los hospitales reventados, parece contradecir esos dichos. Y de datos no paramos. Estados Unidos, con Donald Trump a la cabeza, ha cambiado de idea sobre esta pandemia, luego de ver cómo se incrementaban rápidamente las cifras de muertos en todo el país y particularmente en la icónica ciudad de Nueva York que ahora se ha convertido en el epicentro del desastre en aquel país. Es innegable el impacto económico que tendrán todos los países que han aplicado medidas de aislamiento social drásticas, pero también es innegable que también está en manos de los gobiernos implementar medidas colaterales para contrarrestar ese impacto en los más pobres. El futuro de miles de personas dependen de qué tan bien o tan mal, de qué tan oportunamente se tomen las decisiones de política pública, especialmente para salvar vidas. Twitter: @solange_
Frentes Políticos
1. Negativa a COVID-19. Una noticia agradable entre la pandemia es que Martha Bárcena, embajadora de México ante Estados Unidos, después de varios días a la espera de la realización de la prueba por coronavirus, resultó negativa. La diplomática mexicana, sin embargo, estuvo varios días con la duda, pues a pesar de su nivel político, no hubo beneficios para la aplicación del examen. Se sometió al análisis químico porque mantuvo contacto con el congresista estadunidense Mario Diaz-Balart, quien dio positivo a esta enfermedad. “Acabo de recibir los resultados… agradezco desde lo más profundo de mi corazón las muestras de amistad y solidaridad que recibí estos días. Me da enorme tranquilidad saber que no contagié a nadie. Sigamos respetando”. Juntos lo podemos lograr. Quédate en casa y salva al país. 2. De mal en peor. En medio de una crisis incontrolable por negligencia médica, que ha ocasionado la muerte a una decena de personas, Petróleos Mexicanos sigue en el ojo del huracán. Algo no está haciendo bien Octavio Romero, director de Pemex. En una carta dirigida a la paraestatal, trabajadores petroleros denunciaron poco interés e indiferencia ante el COVID-19: “No somos inmunes a un virus... queda bajo su responsabilidad las consecuencias que puedan derivarse por un posible contagio, incluyendo los decesos”. Ante la falta de garantías para proteger la salud de los petroleros en el Centro Administrativo de Pemex, empleados de confianza y sindicalizados denunciaron la tibia actitud de Romero. ¿Qué le sucede a este funcionario de la Cuarta Transformación? ¿Todavía anda por aquí? 3. Ni cómo ayudarlo. Miguel Barbosa, gobernador de Puebla, es de esos personajes que apenas sale de un escándalo cuando ya está en otro, lo curioso es que solito se mete en problemas. Resulta que declaró que sólo los ricos tienen el riesgo de contagiarse de COVID-19; “ si ustedes son ricos tienen el riesgo. Los pobres, no. Los pobres estamos inmunes”, dijo. ¡Cómo ven!, pero la cosa no paró ahí, el expresidente Felipe Calderón escribió en su cuenta de Twitter que Barbosa entraba en varias categorías de riesgo porque padece diabetes y obesidad, a lo que el poblano le reviró: “sí, todos estamos en riesgo de contagio, incluyendo los borrachos”. Como era de esperarse, en redes sociales le llovieron las críticas y le recordaron que pobre, pobre, no es, pues compró la casa del expresidente Miguel de la Madrid en 25 millones de pesos. Aquí sí aplica la de “calladito, se ve más...”.
4. Conectadísimo. Para financiar micro y pequeñas empresas familiares y evitar que se genere un despido masivo de trabajadores ante la contingencia por el COVID-19, Michoacán anunció un plan emergente que incluye una bolsa de mil millones de pesos para financiamiento. “Estas medidas tienen el propósito de que no haya despidos de trabajadores y que las familias tengan el menor impacto en sus ingresos”, enfatizó el gobernador Silvano Aureoles. Con estos recursos se prevé apoyar a más de 10 mil micro, pequeñas y medianas empresas, como tiendas de abarrotes, negocios de comida, fruterías, tortillerías, talleres mecánicos, papelerías y tiendas de ropa, entre otras. El monto más alto que un estado haya destinado para proteger a las familias en esta contingencia. Abran las carteras, gobernadores. 5. Susana Distancia. El subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, se ha convertido en nuestro médico de cabecera. Diariamente ha seguido la estrategia y todos los detalles sobre el avance de contagio del coronavirus y ha explicado la manera de luchar de manera generalizada contra esta epidemia. Ha tomado las experiencias de otros países, en los que el virus los ha rebasado, y se mantiene en México una tasa de contagio baja, a comparación de otras naciones. No ha sido fácil, pues en redes sociales le han llovido críticas por algunas de sus declaraciones. Encargado de reducir el riesgo, es, sin embargo, el más enterado de qué camino se debe tomar. Por lo pronto, anunció que el gobierno federal detendrá actividades a partir de hoy. Hacer caso a lo que dice es, como nunca, una cuestión de vida o muerte. Piénselo.