La Habana, Cuba.- Una semana después de que Estados Unidos activara un mecanismo que permite a sus nacionales demandar a empresas de terceros países que operan en Cuba, funcionarios de España llegaron a la isla y prometieron la puesta en funcionamiento de un fondo de inversiones por 420 millones de dólares y la apertura de oficinas de asesoría para proteger a sus firmas. "No sólo hay un presente, sino futuro y por lo tanto el compromiso... de España de estar defendiendo los intereses de las empresas españolas en la isla", dijo la Ministra de Industria, Comercio y Turismo de ese país europeo, María Reyes Maroto, a periodistas durante el arranque de su viaje el lunes.

"Hoy con mi presencia aquí quería también acompañar ese compromiso", agregó Reyes Maroto, quien el miércoles recorrerá algunos de los establecimientos que podrían verse afectados con la puesta en vigor, desde el 2 de mayo, del título III de la Helms-Burton, con el cual el Presidente estadounidense Donald Trump ajustó sanciones a la isla. La norma permite que estadounidenses o cubano-americanos presenten demandas en los tribunales contra firmas de terceros países que usen de alguna forma propiedades nacionalizadas por Cuba tras el triunfo de la revolución. La isla asegura que tales nacionalizaciones se hicieron conforme a derecho y las empresas señalan que sus inversiones fueron legítimas. Compañías europeas y sobre todo españolas, incluyendo gigantes del turismo como Iberostar o Meliá, así como canadienses se encontrarían afectadas. Reyes Maroto indicó que su Gobierno abrirá dos oficinas, una en La Habana y otra en Madrid, específicamente para respaldar y asesorar a los empresarios que españoles que pudieran sentirse afectados y al mismo tiempo pondrá en vigor un fondo de 420 millones de dólares para inversiones que fue oficialmente firmado en 2016 y luego de que uno precedente por 44 millones de dólares anterior ya fuera usado para inversiones en energía, metalurgia o industria liviana. El dinero se entrega a empresas españolas sin reembolso para que cubran gastos de inversión en proyectos prioritarios de la economía cubana y en la propia isla. También enviará cartas a las empresas con intereses en Cuba para explicarles los alcances de la Helms-Burton y los mecanismos de protección; y la funcionaria no descartó que se acuda a la Organización Mundial de Comercio, pero espera que no haya una guerra sino una mediación. Cuando la ley fue aprobada en los años 90 (hasta ahora cada Presidente estadounidense la limitaba) la Unión Europea aprobó una norma "antídoto" que obliga a los empresarios a no cooperar con la justicia de Estados Unidos o los habilita a pedir compensaciones. La funcionaria y su comitiva se reunieron el lunes con más de un centenar de empresarios y con sus pares cubanos. También participarán el martes de la Feria Internacional de Turismo, un sector clave de la isla que atraviesa un momento de falta de liquidez con la crisis de su principal aliado, Venezuela, y la presión estadounidense, cuyo objetivo es un cambio de modelo político en la isla. La Administración Trump endureció además el embargo contra la isla limitando los viajes de estadounidenses, los límites del envío de remesas y poniendo empresas cubanas en una suerte de lista negra mientras sus funcionarios escalaron su retórica acusando a La Habana de atacar a sus diplomáticos con agentes sónicos o enviar militares a Venezuela. Un reporte del lunes del periódico oficial Granma indicó que en el primer cuatrimestre, justo antes del endurecimiento de las sanciones de viaje para estos ciudadanos, vinieron a la isla 257 mil estadounidenses, un crecimiento del 93,5 por ciento en relación a igual periodo del año anterior. El 55 por ciento de ellos arribó por la vía de los cruceros. Venezuela es el primer socio comercial de Cuba y además de obtener la mitad del crudo que necesita del país sudamericano a precios preferenciales, ingresa millones de dólares por programas de cooperación, sobre todo a través de contratos con médicos para los programas de sectores vulnerables del Gobierno del Presidente Nicolás Maduro. "Hay preocupación en el sector empresarial y hay preocupación en el Gobierno de España y en el marco de la comisión europea" debido a la Helms-Burton, expresó Reyes Maroto. "La incertidumbre no es buena cuando hablamos de inversiones pero el hecho de tomar medidas da certezas de que va a haber una hoja de ruta, de que la empresa va a estar acompañada".

En paralelo, la funcionaria indicó que otro de los asuntos de su visita será lograr con las autoridades cubanas un mecanismo de cobro de deudas por falta de liquidez que la isla debe a empresas españolas por valor de unos 336 millones de dólares, y buscar la manera de disminuir la burocracia que se exige a las compañías foráneas para operar en la nación caribeña. -- REFORMA