Según un informe, un comité canadiense de revisión de placas de matrícula rechazó la solicitud de un hombre para personalizar su placa con su nombre real: Assman, pues de acuerdo con las autoridades, podría malinterpretarse y causar ofensa.   Dave Assman, quien vive en la provincia de Saskatchewan, contó que primero intentó obtener una matrícula personalizada hace 20 años y le dijeron que su solicitud había sido denegada porque "es una profanación" y duda de que alguna vez se le conceda.  Tyler McMurchy, un portavoz de la SGI, que revisa las solicitudes de matrículas personalizadas, dijo que el comité debe cumplir con una serie de pautas independientemente de si una palabra "es el nombre de alguien y se pronuncia de manera diferente a la versión ofensiva".   "Eso no es algo que sea evidente para otros automovilistas que verán la placa", dijo McMurchy.   Pero el rechazo no ha disuadido a Assman de cambiar su nombre, que según él se deriva del alemán y se pronuncia "Oss-men", informó CBC. "Es mi apellido, siempre lo he tenido", dijo. "No me avergüenzo de ello. No hay nada malo ".  De acuerdo con el Daily Mail el sitio web de la SGI indica que las placas no se aprobarán si el público en general las considera "ofensivas, sugerentes o de mal gusto".  Eso incluye lemas con "connotaciones sexuales o jergas", connotaciones de drogas, alcohol, despectivas o raciales".  Assman reveló que se divierte con su apellido, que alguna vez fue motivo de bullying en la escuela.  "Cuando era niño fui intimidado un poco", dijo. "Pero en ese entonces el dicho era" ¡Los palos y las piedras pueden romper tus huesos, pero los nombres nunca te harán daño!"  "Siempre hay algunos idiotas que tuvieron que burlarse de ello para sentirse importante, pero nunca me molestó realmente".  Ahora, Assman ama cuando la gente se "asusta" demasiado para decir su nombre en voz alta.  Assman comenta que su apellido es especialmente importante para él porque lo conecta con su bisabuelo, quien era un granjero alemán en la provincia. -- Milenio