RÍO DE JANEIRO.-Uno de los principales cruces fronterizos entre Brasil y Venezuela fue reabierto este martes después de estar cerrado casi un día por una disputa legal. Fue el choque más reciente de una disputa entre un gobierno estatal brasileño _el cual está abrumado por los cientos de venezolanos que llegan diario para escapar de la crisis económica de su país_ con el gobierno federal y los tribunales superiores, quienes insisten que la frontera debe permanecer abierta. El cruce en la ciudad brasileña de Pacaraima fue cerrado el lunes luego de que el juez Helder Girao Barreto falló que debía permanecer así hasta que un programa para reubicar a los refugiados venezolanos pueda mantener el ritmo de las llegadas diarias. Un tribunal de apelaciones revocó el fallo, y la policía federal dijo el martes en un comunicado que los patrones de migración habían regresado a la normalidad. No es la primera vez que el estado norteño de Roraima intenta frenar el flujo de venezolanos. Ya había pedido a la corte de apelaciones que ordenara el cierre de la frontera en abril. Poco después de que dicha solicitud fue rechazada, Roraima le solicitó al gobierno federal casi 50 millones de dólares para pagar por los servicios públicos para migrantes. La semana pasada, los funcionarios de la entidad hicieron obligatorio que los venezolanos presentaran sus pasaportes si querían recibir dichos servicios. Con medidas como el cierre de la frontera, Roraima quiere presionar al gobierno federal para que reaccione", dijo Eloi Martins Senhoras, profesor de relaciones internacionales en la Universidad Federal de Roraima. "El estado no tiene los recursos económicos para recibir a todos esos migrantes y refugiados de una manera sostenible". Durante los últimos años, decenas de miles de venezolanos que huyen de las penurias económicas en su tierra natal se han refugiado en Brasil. Sin embargo, Marilene da Souza, una brasileña voluntaria en una iglesia evangélica que proporciona servicios a los venezolanos, dijo que muchos siguen padeciendo incluso después de llegar a Brasil. Es un caos. La gente que llega está hambrienta, no tiene nada de dinero y ha estado caminando en la carretera durante días", indicó en una entrevista telefónica desde Boa Vista, la capital de Roraima. "Una vez que llegan aquí, a menudo no tenemos espacio suficiente para ellos, así que se ven obligados a vivir en la calle". Después de la reapertura de la frontera, la televisora local mostró imágenes de cientos de venezolanos formados para cruzar hacia Brasil. -- EXCÉLSIOR