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No todos los bancos ofrecen esta posibilidad, el cambio de divisas en efectivo provoca que migrantes que traen dólares en efectivo o personal que recibe pago en moneda extranjera acuda al mercado negro recibiendo menos pesos por su dinero
23:01 domingo 13 diciembre, 2020
Colaboradores¡Cuidado! ¡¡Mucho cuidado!! La aprobación para la reforma a la Ley de Banxico en materia de divisas es mucho más serio de lo que aparentemente se presenta, un tema que no ha tenido mucha portada pero que es trascendental en la economía nacional.
El Senado de la República no ha dudado en aprobar los cambios sobre el control y administración en materia de captación de divisa extranjera, un compromiso para el banco central al ser obligado a comprar los excedentes que las instituciones financieras no puedan repatriar a su país de origen. Puesto así, esta modificación permitiría el ingreso de recursos de procedimiento ilícita al sistema financiero mexicano, ha leído usted bien… y para terminar de complicar el asunto, usarán como puerta de entrada al Banco de México! Alejandro Díaz de León ( #soysufan ) no dudó ni un instante en alertar a todos los descerebrados de este riesgo, notas y entrevistas durante toda la semana que no hicieron más que caer en olvido y la total ignorancia. La busqueda popular de portadas con propuestas que parecieran ser benefactoras, carecen de un análisis y una visión certera, característica primordial de un Gobierno lleno de ocurrencias. Explicado con peras y manzanas, este tema complejo coloca una vez más en tela de juicio la capacidad de nuestros gobernantes en materia económica y fiscal. Como usted sabe, si cuenta con divisa diferente a la nacional, tiene el derecho de cambiar por pesos y así gastar su dinero en el país, algo lógico que se realiza desde las casas de cambio o bancos de cada localidad. No todos los bancos ofrecen esta posibilidad, el cambio de divisas en efectivo provoca que migrantes que traen dólares en efectivo o personal que recibe pago en moneda extranjera acuda al mercado negro recibiendo menos pesos por su dinero. Más allá de cualquier juicio que pueda realizar al sistema bancario, desde hace tiempo la regulación a las instituciones financieras para evitar el lavado de dinero se ha fortalecido a favor de la legalidad en cada ingreso. Garantizar que las monedas extranjeras que son cambiadas en ventanilla bancaria proceden de una actividad lícita es imposible, la regulación es obligada y el tamaño de operaciones a las que se ve obligada esta regulación, hace muy complicado el control y garantía operativa. A fín de cuentas, ya sea en mercado negro, casa de bolsa o persona dispuesta al trueque, se termina acumulando enormes cantidades de dinero extranjero, que después tienen que comercializar a través de otros intermediarios financieros con reglas muy estrictas para hacer transacciones. Un círculo operativo complejo en el que se vuelve al inicio sin haber encontrado solución para la fiscalización y control del ingreso. Hasta la fecha, esta acumulación de excedentes de efectivo en moneda extranjera había sido reducida, la gran mayoría de las instituciones colocaba directamente entre sus usuarios y clientes las cantidades captadas en el país; exportarlas a los países de origen, a través de los contratos de corresponsalía que mantienen con entidades del exterior también resultaba viable, actividades de control que, de una u otra forma, intentaban controlar el origen y la detección del fin. ¿Dónde radica el problema? Lo que se aprueba a la Ley de control en Divisa por parte de Banxico es la obligación al banco central a comprar toda la divisa que no pueda ser enviada por los bancos al exterior, claramente una bestialidad que pasa por alto si se pudo o no comprobar la legalidad de estos recursos. El argumento que sustenta este cambio tiene como objetivo la captación de moneda extranjera en efectivo por parte de las instituciones financieras, fortaleciendo la economía de las familias de migrantes y de las dedicadas al turismo en el país. Poder garantizar un precio de cambio justo no es una mala idea, pero se estima en una dimensión errónea: de acuerdo con las cifras del propio Banco de México, el 99 por ciento de las remesas llegan por vía electrónica y sólo uno por ciento se ve en dificultades cambiarias por provenir de actividades turísticas o de aquellos que reciben remesas en efectivo.
Ante esta situación, autoridades extranjeras podrían imponer restricciones a las entidades financieras que ofrecen servicios de corresponsalía a las instituciones mexicanas para procesar la moneda extranjera que estas últimas capten, de igual manera sería muy probable ver limitaciones a las operaciones y acuerdos celebrados con el Banco de México. Banxico no se va a dejar, su autonomía se ha puesto a prueba, el riesgo y la atribución dolosa del Senado tendrá repercusiones, un caso que terminará en la Suprema Corte de Justicia de la Nación para defender la autonomía del organismo. La salvajada de fin de año con este regalo de incapacidad gubernamental, permitirá operaciones de procedencia ilícita, su incorporación en el circuito de efectivo en moneda extranjera que administra el sistema financiero y , como postre final, su transferencia al Banco de México. Esta imposición a la obligación de recibir los recursos en efectivo será el inicio de sanciones a nivel internacional… Riesgo, lo que se dice riesgo, no puede haber más, atentos a lo que la FED y USA deciden en su política internacional.