El caos vial en toda la ciudad, a partir del medio día de este viernes, y los estacionamientos repletos en centros comerciales fueron las primeras señales de que El Buen Fin edición 2018 había arrancado con toda su fuerza. Los trayectos cotidianos duplicaban su duración conforme pasaban las horas. A diferencia de un viernes tradicional de inicio de puente vacacional, esta vez la gente se quedó dentro de la ciudad a gastar no sólo su más reciente quincena, sino los ahorros de todo el año. "Ya sabemos que por estos días se celebra El Buen Fin, entonces lo mejor es prepararnos con muchos meses de anticipación, ir ahorrando de poco en poco para tener un buen dinerito junto y no quedarnos con las ganas", afirma Maricruz Ramírez, quien llegó en su auto a un club de precios para llevarse más de 3 mil pesos en mercancía diversa, principalmente electrodomésticos y blanco. "Estando en la tienda, con tanta gente, se contagian las ganas de comprar, por eso tienes que tener bien visualizado desde antes qué es lo que realmente necesitas", asegura. Cuestionada sobre si le preocupa el futuro económico del País, Luisa Velázquez admite que sí, pero eso no evita que hagas sus compras.

"No por eso vas a postergar las compras que realmente necesitas para vivir bien. Yo sé que mi coche necesita llantas nuevas y que este es el mejor momento para comprarlas, hay descuentos y promociones y prefiero hacer el gasto ahora, con todo e incertidumbre", comenta mientras saca la tarjeta de crédito para pagar casi 7 mil pesos. Reyna, quien prefiere omitir su apellido, sólo acompaña durante la hora de comida a su madre para que ella haga sus compras en una tienda departamental. "Yo vengo a ver. Trabajo en el Gobierno federal y justo hoy deposité mi aguinaldo en un seguro que nos da buenos rendimientos para no tocar ese dinero. Este año no tengo plan de compra. Con todos los cambios que vienen y la situación en el Gobierno, la mayoría de mis compañeros y yo hemos decidido guardar nuestro dinero para enfrentarnos al desempleo", admite con pesar. Sin embargo, ella es una excepción entre miles de personas que, caminando entre las tiendas, escogen pantallas gigantes como si fueran bolillos. -- Reforma