Vínculo copiado
Debemos reflexionar frente a lo que viene en el 2021, sin duda un año difícil en lo económico, en lo social y sobretodo en lo político, con un presidente que estará metido con todo su poder y medios que le permite manejar el país y por tanto mover las piezas que más convengan a sus intereses
01:54 domingo 27 diciembre, 2020
EN LA OPINIÓN DE CLAUDIO GARCÍATermina un año que quisiéramos olvidar o saber que al despertar era solo un mal sueño, lamentable que esto no pueda ser cierto. Hoy debido a esta pandemia que azota al mundo hemos perdido personas conocidas, amistades, familiares. Llegar al último día del año vivos, sin estar en cama o sufriendo los síntomas del COVID-19 es ya un triunfo, es para dar Gracias a Dios y celebrarlo. Sin embargo debemos reflexionar frente a lo que viene en el 2021, sin duda un año difícil en lo económico, en lo social y sobretodo en lo político, con un presidente que estará metido con todo su poder y medios que le permite manejar el país y por tanto mover las piezas que más convengan a sus intereses. En lo político se han iniciado las campañas, la lucha electoral, a partir del 23 de diciembre y hasta junio los ciudadanos tendremos que “chutarnos” alrededor de 53.3 millones de spots electorales. A la cantidad de anuncios electorales sumemos los espacios de la “mañanera”, como cada día, porque al presidente no le preocupa la situación económica del país, de los mexicanos, no le interesa si van casi 130 mil muertos debido a una pésima estrategia contra la pandemia, tampoco si se cuenta con el medicamento contra el cáncer para los niños o para aquellos con VIH, o si alcanzan las vacunas contra la influenza, o si más pequeñas y medianas empresas desaparecen o crece el desempleo. Al presidente lo que le importa es lo electoral, es hacer lo que realmente sabe, estar en campaña, es lo que domina. Como buen populista hace campaña todos los días, no gobierna, para él todo es contienda electoral. Por eso los recursos del Estado, lo que se llama el erario público, no es para servir al pueblo sino es una propuesta personal para servir a sus intereses, por esos busca obtener todos los recursos económicos para destinarlos a lo que considera sus prioridades y no distribuirlo a las instituciones que deben servir a los ciudadanos. Así construye su 4T, para ir dejando un pueblo más pobre y un gobierno igual, porque para él este es su “estado de bienestar”. Día a día escuchamos cifras que el presidente construye, aún y cuando vayan contra las denominadas oficiales, no importa, él “tiene otros datos”, por eso cada día le escuchamos el “vamos bien”, que “la pandemia esta domada”, cuando la realidad nos dice vivimos una economía estancada, desde antes de la pandemia, y como esa mentira ha pronunciado casi 40 mil día a día desde que llegó al poder. Para su proyecto requiere recursos, por eso ha eliminado fideicomisos para la ciencia, el arte, la cultura, el deporte y otros más y solo con decir que son opacos, corruptos, afirmaciones que no ha podido o no ha querido probar porque la mayoría de esos fideicomisos se manejaban con mayor transparencia, pero hoy esos recursos que obtuvo los ha centralizado y no sabemos bajo que reglas operan esos fondos, pues su manejo es discrecional, opaco. Las mentiras son el signo de cada mañana, ha dicho que han disminuido los feminicidios cuando en el primer semestre del año habían aumentado en un 9.2 por ciento respecto al 2019. Tenemos un ejército en la calle llamado “Guardia Nacional”, cuando debería de ser una instancia conformada por civiles, la mayoría son militares quienes portan el uniforme o el brazalete de GN. Ha dicho que su gobierno cuida el medio ambiente, cuando la industria que más apoya es la del carbón, por eso invierte en la construcción de la refinería de “Dos Bocas”, que de paso ha destruido 12 hectáreas de manglares; el tren maya que atraviesa áreas naturales protegidas pero que en su proyecto personal no importa se destruyan, se contaminen o desplacen a grupo de pobladores. Así se fue este año, lleno de mentiras que emanaron desde palacio por quien pretende restaurar “la presidencia imperial”, “el presidencialismo centralista”, como lo hicieron los priistas en los años 60 y 70, López Obrador es la versión de Echeverría y supera con mucho a López Portillo como gobiernos populistas. Mesiánico, autoritario, así es él, porque el gobierno es él. Así termina un año que quisiéramos borrar, lleno de dolor, de sufrimiento, de errores sistemáticos y sobretodo de mentiras. Falso que vivamos una democracia y una libertad, cada día estamos más cercanos a lo que fue la “dictadura perfecta”. DETALLES Que el año próximo sea diferente, pero sobretodo que impere la salud en nuestros hogares, que reflexionemos sobre nuestras decisiones electorales. Si dios quiere y Global nos permite el próximo 10 de enero volveremos por aquí. Gracias