Desde la Administración del Presidente Donald Trump hasta los más de 11 millones de inmigrantes mexicanos -pasando por los analistas financieros y observadores en el Capitolio-, la elección presidencial mexicana estará en el ojo de Estados Unidos. Con más de una decena de comicios claves en el mundo, desde las presidenciales en Rusia hasta las parlamentarias en Italia, observadores creen que, aunque aún es muy temprano, México acaparará la atención de Washington. "En 2018, no habrá ninguna elección fuera de Estados Unidos que será tan observada. México no es sólo un asunto principal de política exterior para la Administración Trump y el Congreso, sino que está profundamente entremezclado con la política doméstica de Estados Unidos", dijo Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano. Desde el inicio de su mandato, el Presidente Trump ha colocado en el centro de su agenda de Gobierno temas que involucran directamente a México, endureciendo su política migratoria y obligando a renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC). "Es una prueba y un laboratorio del enfoque de Trump de 'Estados Unidos Primero'", afirmó Shifter. Aunque la elección mexicana estará centrada en temas domésticos, como el crecimiento de la violencia, el desempeño de la economía y el combate a la corrupción, el tema que Washington seguirá de cerca es la prominencia que los candidatos otorguen a la relación con el país vecino. A pesar de que México es el segundo mercado para las exportaciones estadounidenses y uno de los principales aliados en temas como la seguridad, Trump construyó su campaña en contra de los indocumentados, la relación comercial con el País y la inseguridad en la frontera común. Apenas en septiembre, una encuesta del Pew Research Center aseguró que las opiniones desfavorables sobre Estados Unidos entre los mexicanos alcanzó un récord de 65 por ciento, ligado directamente a la retórica combativa de la Casa Blanca. Además, una eventual decisión del Mandatario estadounidense de retirar su país del Tratado de Libre Comercio (TLC) de América del Norte podría, según los expertos, afectar la dinámica de las elecciones en el País. "Pienso que los candidatos presidenciales mexicanos estarían forzados a tomar entonces una posición de línea más dura en respuesta (a la salida de EU del TLC) ", apuntó Richard Miles, director de la Iniciativa a Futuro México-EU del Center for Strategic and International Studies (CSIS). "(Los candidatos) gravitarían hacia posiciones más duras en otras áreas de la relación bilateral para mostrar que no serían maltratados por la Administración Trump Entonces esto tendría un efecto muy negativo en el tono, cambiaría (la elección) de temas puramente domésticos", agregó Miles. A principios de 2017, un reporte de investigadores del Capitolio había advertido que una dura posición contra el País por parte de Trump podría impulsar al previsible candidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador. En abril de este mismo año, el hoy Jefe de Gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, coincidió en una audiencia con el Senador republicano John McCain que el triunfo de un izquierdista -sin mencionar nombres- no sería bueno ni para México ni para Estados Unidos. -- Reforma