Con un contexto de incertidumbre financiera para las familias mexicanas a raíz de la crisis sanitaria por COVID-19, el encarecimiento de 17.4% en los precios de productos básicos para la alimentación pone un elemento más de desbalance económico a personas que ya han perdido su empleo, se enfrentan a medios salarios o que han cerrado sus fuentes de ingresos. En los últimos cuatro meses el aumento de frutas y verduras ha sido notorio y está afectando los bolsillos de los mexicanos, compartió en entrevista Raymundo Tenorio, economista.  El especialista señaló que, si bien existe un incremento natural de costos en productos debido a la estacionalidad, el alto porcentaje de aumento en los montos se debe a la especulación por parte de mayoristas y a la falta de una regulación de precios al público en las centrales de abastos “Las centrales de abastos son las que están encareciendo estos productos, no hay heladas, inundaciones ni sequias” expresó, en este mismo sentido dijo que no existe ninguna justificación para el aumento en los centros de distribución, más que la especulación de los dueños.  De igual manera detalló que el encarecimiento de productos agrícolas para los siguientes meses no tendría que darse, debido a que la producción agropecuaria es una de las actividades económicas que no han frenado sus actividades en el marco de la pandemia, por lo que no presentaría desabasto, finalizó.  Otros productos que encarecieron sus precios son los cárnicos, en abril de este año el kilo de pollo podía conseguirse en $35.00 pesos, actualmente en centros mayoristas el kilo cuesta $42.00 pesos, al menudeo en algunos establecimientos ronda entre los $49.00 y los $51.00 pesos. En el caso de las legumbres el kilo de frijol podía comprarse en un promedio de $18.00 a $25,00 pesos previo a la pandemia, actualmente su costo varía de acuerdo al tipo entre los $30.00 y los $35.00 pesos.