“Con el respeto debido, cuando uno ve en determinados países no hay una democracia plena, cuando no se respeta la separación de poderes, cuando desde el poder se utiliza el aparato represor, para acallar las protestas, cuando se encarcelan opositores, cuando no se respetan los derechos humanos, nosotros, en esta voz, tranquila pero firme debemos decir con preocupación que vemos gravemente lo que ocurre en Cuba, en Nicaragua y en Venezuela”, expresó Luis Lacalle presidente de Uruguay. “Mi presencia en esta cumbre, en ningún sentido ni circunstancia, representa el reconocimiento al gobierno del señor Nicolás Maduro. No hay ningún cambio de postura de mi gobierno y creo que es de caballeros decirlo de frente", dijo durante su intervención desde Palacio Nacional, el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez. Ambos presidentes expresaron su postura y posición dentro de la VI Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y frente a los dictadores Maduro y Días-Canel, de Venezuela y Cuba respectivamente y a quienes el presidente mexicano, López Obrador, considera sus amigos y ejemplos a seguir. De cara a Andrés Manuel, el dirigente uruguayo, Lacalle Poa, fue más a fondo y le restregó que “La democracia es el mejor sistema que tienen los individuos para ser libres, el estado más puro de una persona es la libertad, y por eso participar en este foro no significa ser complaciente, señor presidente”. Así baratito sin muchos tapujos le azotó al populista presiente mexicano un “tenga para que aprenda”, sobretodo después de exigir al presidente de los Estados Unidos Joe Biden que termine con el “bloqueo” (debió decir embargo) a Cuba. Pero Obrador no se atrevió a decirle al dictador Díaz-Canel que ya era tiempo de dar libertades y respeto al pueblo cubano. La lección de “dignidad democrática” que dio el presidente Uruguayo con sus palabras provocó que el dirigente mexicano se encogiera en su silla y se viera “chiquito”, como alguien escribió en un tweet, débil, y más aún cuando le dice que “no se respeta la separación de poderes”, creo que fue directo, duro y a la cabeza de un presidente que no midió las consecuencias de traer a sus “amigos” dictadores. Por cierto la respuesta de Maduro de convocar a una mesa sobre la democracia se cae, ante el fraude realizado en las “mesas” para cuerdos en su país por la democracia. Mesa que prestó y pagó el gobierno de la 4T. Que no sirvieron para nada pues el tirano Venezolano mantiene su postura frente a la oposición de su país, perseguirlos, encarcelarlos, acusarlos de “traidores”, como buen mentiroso, populista y dictador.  El respeto a la decisión de un pueblo está en México, tenemos al peor gobernante, pero así lo decidió la mayoría, mientras en Venezuela o en Cuba no se realizan elecciones libres, que respeten a los opositores y al igual que en Nicaragua se les persigue o se les encarcela, un poco como ya pasa en nuestro país.  Estos dirigentes del sur de América le pusieron su arrastrada a López Obrador, le tiraron su cirquito que estaban montando él y su canciller Marcelo Ebrard para desaparecer la OEA, y frente a los dictadores le gritaron “libertad y democracia”, así,  por lo pronto le dieron un “tenga para que aprenda”.