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Médicos sin Fronteras que buscaban atender afectados tras sismos terminaron apoyando males crónicos ante saturación o cierre de clínicas
07:35 miércoles 18 octubre, 2017
MéxicoAunque las brigadas de Médicos sin Fronteras (MSF) buscaban atender a afectados por los sismos de septiembre, la mayoría de consultas que ofrecieron fue de atención cotidiana debido a la falta de personal de salud en zonas rurales, señaló Henry Rodríguez, jefe de la misión regional de la organización en México y Centro América. "Llegamos a lugares en donde no había atención permanente médica. Cuando llegó una brigada médica inmediatamente fueron a hacerse la consulta porque no tienen un médico permanente. Veíamos desde un niño que podía tener neumonía hasta un control prenatal", afirmó en entrevista. La organización desplegó nueve equipos y unidades móviles en Puebla, Morelos, Oaxaca, Estado de México y Ciudad de México. "México en sus cabeceras, en sus sitios grandes, en sus sitios urbanos, tiene una infraestructura muy buena, muy grande, pero en los sitios rurales la infraestructura no es tan grande. O si, por ejemplo, hay un solo centro de salud y se había afectado y estaba cerrado, se quedan sin nada", agregó. El especialista comentó que también notaron la presencia del crimen organizado y de civiles armados que los dejaron atender a la población sin agresiones. Los equipos de MSF están compuestos por médicos, enfermeras, psicólogos, promotores de salud y legistas. Hasta el 10 de octubre habían atendido a casi 5 mil personas. Rodríguez detalló que el 30 por ciento de las consultas médicas que han ofrecido ha sido para controlar a diabéticos e hipertensos descompensados. "Los hospitales o los centros de salud estaban llenos, un poco colapsados, y entonces otra gente que también requería ayuda médica, pero no necesariamente por el sismo, no tenía el lugar para ir. Entonces hicimos todo tipo de consultas y de hecho seguimos haciendo todo tipo de consulta médica", indicó. El médico agregó que las brigadas continúan trabajando. "Hicimos un plan de más o menos seis semanas a responder después del sismo y seguir evaluando. Hay que poner un límite también en la intervención porque ya empieza el límite entre una necesidad crónica que ya tenía la población y lo del sismo", expuso. "Nos toca separar las dos cosas porque nuestra intervención era de emergencia y entendemos que hemos encontrado algunas necesidades médicas y vacíos, pero no los podemos cubrir todos. Es una pena". Mencionó que en albergues, las enfermedades gastrointestinales y de la piel, como escabiosis (sarna), fueron las principales afecciones que encontraron, así como males respiratorios. La organización también ha ofrecido apoyo psicológico a personas con depresión, ansiedad y síndrome de estrés postraumático. -- Reforma