ESTADOS UNIDOS.- Melania Trump está viviendo la Navidad de manera muy, muy intensa. Pero intensa de verdad. Primero decoró la Casa Blanca con un buen de bolas y un buen de luces, y este miércoles cumplió con la tradición junto a su marido de acudir al encendido del Árbol Nacional de Navidad, ubicado frente a la fachada sur de la residencia presidencial. Donald Trump, en todo un alarde de caballerosidad, le cedió el honor a su esposa de pulsar el interruptor que ponía en funcionamiento la iluminación del gran árbol. Quizá fue el gesto, quizá fue el frío o quizá fue la emoción, pero las cámaras cazaron cómo algunos lagrimones recorrieron el rostro de la primera dama. El propio presidente también fue fotografiado llevándose un pañuelo al ojo. Donald Trump dedicó su discurso a los afectados por los incendios forestales y los huracanes que han azotado al país recientemente. Desde que la pareja presidencial acapara los reflectores de la polícia estadounidense, se ha criticado duramente la 'falta de cortesía' que tiene Donald Trump para con Melania. -- EXCÉLSIOR