Pasaron 5 años y medio en silla de ruedas, Catalina visitó el Hospital General de Rioverde, su cara lució muy diferente a hace seis meses en que fue operada en este mismo lugar; su especialista quien también es el director del Hospital Hernán Rodríguez Pecina, le pidió caminar, pero ella quiso hasta correr después de tanto tiempo de no hacerlo.

Catalina es de Atlajque, una comunidad indígena de Tamazunchale, en uno de los eventos de la Secretaría de Salud fue identificada por el doctor Oscar Jiménez Villalobos, quien también es el jefe en esa jurisdicción, detectó que no caminaba y se mantenía postrada a su silla de ruedas, tomó su caso y ahora no lo suelta. Después de más de medio año de seguimiento Catalina va a su escuela caminando.

“Su caso de verdad fue muy lamentable, hace 5 años una barda cayó sobre sus piernas fracturando completamente tibia y peroné de una de ellas, al ser tan pequeña e inquieta, la cirugía que se le hizo en ese momento no avanzó como quisieran, es de una comunidad con muchas necesidades. Nosotros la detectamos y vemos cómo se le puede dar seguimiento clínico médico”, mencionó Jiménez Villalobos.

Catalina después de la operación en Rioverde hace seis meses, ha acudido cada semana a su proceso de rehabilitación en la unidad de medicina física de la Secretaría de Salud en Tamazunchale, a decir del ortopedista y director del hospital, Hernán Rodríguez Pecina, quien también fue parte del equipo quirúrgico que realizó la operación este proceso es vital.

“Ya camina, no le duele, aunque está latente una segunda intervención a mediano plazo hay que ver el fortalecimiento muscular que tenga, las sesiones de terapia, ahora tiene lo que llamamos en ortopedia un balgo de rodilla, pero ella quiere correr, está muy diferente muy feliz”, indica el director del Hospital, quien es su médico especialista.

Hoy Catalina tiene una perspectiva diferente de vida, quiere caminar e incluso correr, aunque en ningún momento ha dejado de estar contenta y alegre, a decir de su hermana mayor Julieta “no para” y va a la escuela con el mismo entusiasmo cada día.

Su hermana Julieta quien siempre la acompaña a sus sesiones recordó ese episodio sombrío para la familia: “pensábamos que no iba a salir, incluso temíamos lo peor después del accidente. La operaron e inquieta como es no se dejaba, eso ocasionó que no pegaran bien sus huesitos, pero hoy estamos felices porque pensábamos que se iba a quedar así y estamos agradecidos con todo lo que se ha hecho”, indica.

Las fotografías de su lesión muestran el impactante caso de formación ósea irregular, los huesos se unieron con el tiempo de una forma incorrecta. Por eso parte del proceso quirúrgico sería cortar el hueso para volver a unir con tornillos especiales.

“Fue una operación que no era sencilla, refiere el Director del Hospital, Hernán Rodríguez Pecina, tendríamos que cortar para colocar la tibia y el peroné en su lugar y volver a unir con tornillos quirúrgicos especiales, algo que nosotros llamamos reducción abierta más fijación interna a la tibia más osteotomia al peroné “, indicó el ortopedista.