Ser soltero después de los 40 años se ha convertido en una oportunidad de negocio, donde la firma Factor Ocho ha puesto su atención. A través de un modelo de negocio, de un club de reuniones de hombres y mujeres solteros de mayor poder adquisitivo, la compañía busca desarrollar un nicho de mercado hasta ahora no atendido, declaró Dinorah Cambustón Mendizábal, socia y directora general de Factor Ocho. Los fundadores de la empresa son tres neosolteros que llevaron a cabo previamente una serie de investigaciones de mercado para entender las necesidades de este segmento. En entrevista, Cambustón Mendizábal dijo que la actividad de Factor Ocho está enfocada al entretenimiento. “Somos una nueva empresa que traemos una oferta de valor interesante para los neosolteros, que son aquellos que por distintas situaciones se divorciaron, o –por ejemplo– enviudaron, y ahora es un nuevo soltero, tal cual”, explicó. Este tipo de personas, expuso la también fundadora de Factor Ocho, son por lo general empresarios o ejecutivos, que por sus actividades no tienen tiempo de conocer gente, en lo que se denomina la “nueva familia urbana”. De esta forma, Factor Ocho busca acercar a esas personas para compartir experiencias. De acuerdo con la directiva, el perfil del socio del club son mujeres de más de 35 años y hombres de más de 40, independientes y autosuficientes económicamente, y autorrealizables. “Hay muchos grupos de solteros que se reúnen, nosotros ofrecemos una plataforma de alta seguridad y confianza en la que se tienen que cumplir con ciertos criterios para poder ingresar al club”, afirmó. Dinorah Cambustón aseguró que la sociedad en México está cambiando totalmente, no obstante que los neosolteros siempre han existido. Antes, eran “los quedados”, expresó. Ahora no, “el neosoltero es una persona que se realiza por sí misma”. -- El Financiero